Texto de la Toma de Granada
"Granada es “fruto maduro” *
“que havian de vencer ellos ensalzando a Mahomad, é reptando el partido”
“que ya no era tiempo de facer movimiento, lo uno por la necesidad
É el Rey Don Fernando tomó las llaves é dióselas á la Reyna, é la Reyna se las dio al Príncipe, y el Príncipe las dio al Conde de Tendilla, al cual, con el Duque de Escalona, Marqués de Villena, é con otros muchos caballeros é con tres mil de á caballo é dos mil espingarderos, envió entrar en el Alhambra é se apoderar de ella; á fueron, é entraron, é la tomaron, é se apoderaron de lo alto y bajo de ella, é fueron, é entraron, é mostraron en la más alta torre primeramente el estandarte de Jesucristo, que fue la Santa Cruz, que el Rey traía siempre en la santa conquista consigo; é el Rey, é la Reyna, é el Príncipe, é toda la hueste se humillaron á la Santa Cruz, é dieron muchas graçias é loores a nuestro Señor; é los Arzobispos é clerecía dixeron,
El Gran Cardenal Don Pedro Gómez de Mendoça
“Biblioteca de Autores Españoles”.
Tomo LXX, caps. CX, CXI y CXII, págs. 651-653,
escrita por el bachiller Andrés Bernáldez, cronista del reinado de los Reyes Católicos, conocido como "El cura de los Palacios" en el mundo de las letras y que fue confesor de la reina Isabel y amigo personal de Cristobal Colón, a quien tuvo como huesped en su casa al regreso de su segundo viaje a Las Indias.
* "Granada, es fruto maduro", fue la expresión utilizada por
la reina Ysabel la Cathólica para decir que
Granada ya estaba al límite de sus
posibilidades para ser conquistada.
fechada en 1491 y un dibujo del Rey moro Baudilli (Boabdil)
Pasaron Julio, é Agosto, é Septiembre, é Octubre, é Noviembre, que nunca los moros se quisieron dar, é ya en el mes de Diciembre, que non tenían que comer sino pocos mantenimientos, mandaron partido al Rey é á la Reyna, el cual se concertó entre el rey é los moros en treinta días del mes de Diciembre, de entregar todas las fortalezas, que ellos é el Rey Baudilli tenían, é el Alhambra, á el Rey Don Fernando, é que los dejase en su ley é en lo suyo, é en este partido fueron conformes todos,; é el Rey é la Reyna se lo otorgaron, con otras condiciones, é capítulos, que se fuesen los que quisiesen, é donde quisiesen, é cuando quisiesen, é que les diesen pasaje, é diesen ellos todos los cristianos cautivos, é los que fabían pasado allende de tanto tiempo fasta allí; é en la firmeza de esto, el comun y los caudillos de Granada, é el Rey Muley Baudilli, junto con ellos, enviaron al Real de Santha Fe cuatrocientos moros, chicos é grandes, personas de valor para rehenes, hasta que entregasen á Granada, conviene á saber, las fuerzas de ella; é los dichos rehenes entregados, como los moros son movibles é muy livianos en sus movimientos, é alboroto é agüero, creyeron muchos de ellos á un moro que se levantó por la cibdad, diciendo,
“que havian de vencer ellos ensalzando a Mahomad, é reptando el partido”
é anduvo por la cibdad dando voces, é levantáronse con él más de veinte mil moros.
É el Rey Baudilli, desque vido el alboroto, no osó salir de el Alhambra á selo resistir, fasta otro día, que era sábado, que salió a El Albaycín, é mandó llamar los de aquel Conçejo, é ellos vinieron alborotados, é preguntóles, que qué era aquello, é ellos se lo contaron, é él les dijo su parecer, é amansólos lo mejor que pudo, diciendo,
“que ya no era tiempo de facer movimiento, lo uno por la necesidad
en que estavan, la cual no daba lugar á ser poder más sustentar,
lo otro por los rehenes ser ya entregados, que mirasen bien el gran
daño, é la muerte que tenían delante de sí, sin ningún otro socorro”
é esto dicho, volviese a su Alhambra.
É el concierto era, que las fuerzas de la cibdad se habían de entregar el día de los Reyes Magos, como dicho es, é el Rey Baudilli, viendo aquel impedimento de liviandad de los moros, é aquel alboroto, escribió al Rey Don Fernando todo el fecho del alboroto, é como los moros favían fecho movimiento en lo capitulado é asentado, como hombres de poco saber, é que él no excedía ni desviava de lo que había concertado; que ántes suplicava á su Alteza, que viniese luego sin más tardar á recibir el Alhambra, é non aguardase á los seis días de enero, pues tenían los rehenes, é sin embargo del alboroto, prosiguiese en lo primero asentado é capitulado.
É el Rey é la Reyna, vista la carta é embajada del rey Baudilli, aderezaron de ir á tomar el Alhambra, é partieron del lugar del Real de Santha Fe, lunes 2 de enero, con sus huestes, muy ordenadas sus batallas; é llegando cerca del castillo el Alhambra, salió el Rey Mulley Baudilli, acompañado de muchos caballeros, con las llaves en las manos, encima de un caballo, é quísose apear á besar la mano al Rey, é el Rey no se lo consintió descabalgar del caballo, ni le quiso dar la mano, é el Rey moro le besó en el brazo é le dio las llaves é le dijo,
É el concierto era, que las fuerzas de la cibdad se habían de entregar el día de los Reyes Magos, como dicho es, é el Rey Baudilli, viendo aquel impedimento de liviandad de los moros, é aquel alboroto, escribió al Rey Don Fernando todo el fecho del alboroto, é como los moros favían fecho movimiento en lo capitulado é asentado, como hombres de poco saber, é que él no excedía ni desviava de lo que había concertado; que ántes suplicava á su Alteza, que viniese luego sin más tardar á recibir el Alhambra, é non aguardase á los seis días de enero, pues tenían los rehenes, é sin embargo del alboroto, prosiguiese en lo primero asentado é capitulado.
É el Rey é la Reyna, vista la carta é embajada del rey Baudilli, aderezaron de ir á tomar el Alhambra, é partieron del lugar del Real de Santha Fe, lunes 2 de enero, con sus huestes, muy ordenadas sus batallas; é llegando cerca del castillo el Alhambra, salió el Rey Mulley Baudilli, acompañado de muchos caballeros, con las llaves en las manos, encima de un caballo, é quísose apear á besar la mano al Rey, é el Rey no se lo consintió descabalgar del caballo, ni le quiso dar la mano, é el Rey moro le besó en el brazo é le dio las llaves é le dijo,
“Toma, Senyor, las llaves de tu cibdad, que yo,
é los que estamos dentro, somos tuyos”
É el Rey Don Fernando tomó las llaves é dióselas á la Reyna, é la Reyna se las dio al Príncipe, y el Príncipe las dio al Conde de Tendilla, al cual, con el Duque de Escalona, Marqués de Villena, é con otros muchos caballeros é con tres mil de á caballo é dos mil espingarderos, envió entrar en el Alhambra é se apoderar de ella; á fueron, é entraron, é la tomaron, é se apoderaron de lo alto y bajo de ella, é fueron, é entraron, é mostraron en la más alta torre primeramente el estandarte de Jesucristo, que fue la Santa Cruz, que el Rey traía siempre en la santa conquista consigo; é el Rey, é la Reyna, é el Príncipe, é toda la hueste se humillaron á la Santa Cruz, é dieron muchas graçias é loores a nuestro Señor; é los Arzobispos é clerecía dixeron,
“Te Deum laudamos”
El Gran Cardenal Don Pedro Gómez de Mendoça
É luego mostraron los de dentro el pendón de Santiago, que el Maestre de Santiago traía en su hueste, é junto con él el Pendón Real del Rey Don Fernando, é los reyes de armas del Rey dixeron á altas voces,
“¡Castilla, Castilla!”
É ficieron allí é dixeron allí aquellos reyes de armas lo que a su oficio era debido de facer, é dieron sus pregones, é fueron presentes á este acto é bienaventurada victoria, con el Rey é con la Reyna, el Príncipe Don Juán é la Infanta Doña Juana, sus fijos, é el Gran Cardenal, el Arzobispo de Sevilla, é el Maestre de Santiago, é el Duque de Cádiz, é otros muchos Caballeros, é Condes, é Prelados, é Grandes Señores, que sería prolijo de escribir; é otros muchos quedaron guardando el Real de Santha Fe, que no fueron allí.
É esto fecho, el Rey é la Reyna é con todas las huestes se volvieron al Real de Santha Fe, dexando en el Alhambra al Conde de Tendilla con la toda su gente que era mester para la guardar; é los moros de Granada entregaron al Rey todas las sobrepuertas, é torres, é fortalezas de Granada, é el Rey envió alcaldes á todas, é se apoderó de todo lo fuerte de Granada, é esto fecho, el Rey fizo tomar las armas é fortalezas, ansí ofensivas como defensivas, é se las truxeron todas á el Alhambra, e quedaron todas sin armas, salvo algunas que escondieron.
El Rey moro Muley Baudilli, con los caballeros mayores de Granada é con otros muchos, salieron de la cibdad de Granada é se fueron, según las condiciones del partido; muchos se fueron allende, é otros á los lugares de los moros mudejares, ya ganados, é el Rey Muley Baudilli se fue á vivir é reynar al Val de Purchena, que es en las tierras que el Rey le dio Señorío, é renta en que viviese, é muchos vasallos, él le alzó la pensión que de ántes le debía, e los rehenes del Real de Santha Fe, que le tenía desque lo soltó sobre rehenes.
É esto fecho, el Rey é la Reyna é con todas las huestes se volvieron al Real de Santha Fe, dexando en el Alhambra al Conde de Tendilla con la toda su gente que era mester para la guardar; é los moros de Granada entregaron al Rey todas las sobrepuertas, é torres, é fortalezas de Granada, é el Rey envió alcaldes á todas, é se apoderó de todo lo fuerte de Granada, é esto fecho, el Rey fizo tomar las armas é fortalezas, ansí ofensivas como defensivas, é se las truxeron todas á el Alhambra, e quedaron todas sin armas, salvo algunas que escondieron.
El Rey moro Muley Baudilli, con los caballeros mayores de Granada é con otros muchos, salieron de la cibdad de Granada é se fueron, según las condiciones del partido; muchos se fueron allende, é otros á los lugares de los moros mudejares, ya ganados, é el Rey Muley Baudilli se fue á vivir é reynar al Val de Purchena, que es en las tierras que el Rey le dio Señorío, é renta en que viviese, é muchos vasallos, él le alzó la pensión que de ántes le debía, e los rehenes del Real de Santha Fe, que le tenía desque lo soltó sobre rehenes.
Texto extraído de:
"Historia de los Reyes Cathólicos Don Fernando é Doña Ysabel"
“Biblioteca de Autores Españoles”.
Tomo LXX, caps. CX, CXI y CXII, págs. 651-653,
escrita por el bachiller Andrés Bernáldez, cronista del reinado de los Reyes Católicos, conocido como "El cura de los Palacios" en el mundo de las letras y que fue confesor de la reina Isabel y amigo personal de Cristobal Colón, a quien tuvo como huesped en su casa al regreso de su segundo viaje a Las Indias.
Bruno Alcaraz Masáts