lunes, 4 de abril de 2016

EL MARISTÁN DE GRANADA 
Y SU MADRASA: 
BIMARISTÁN O MARISTÁN.

Hospital-Escuela de Medicina: 
Pequeña historia de la medicina en al-Ándalus.

Fotografía antigua de la puerta principal del Maristán del Albayzín (Granada)
donde se observa la lápida fundacional antes de su traslado a la Alhambra.
El Profeta Mahoma, afirmaba:

«La tinta del estudiante es más sagrada que la sangre del mártir».

La palabra bimaristán proviene de la lengua persa y significa “hospital”.

Está formada por el vocablo vīmār o vemār, que significa "enfermo", y el sufijo stan, que indica "lugar".

De este modo, bimaristán vendría a significar literalmente “lugar de los enfermos”.

La palabra Bimaristán o Maristán en el mundo islámico se empleó para referirse a los establecimientos donde los enfermos eran acogidos, cuidados y tratados por personal cualificado, por lo que podemos considerarlos los primeros hospitales en el sentido moderno de la palabra, al igual que los primeros hospitales públicos, psiquiátricos y facultades de medicina de la historia.

Fotografía del Maristán desde la Alhambra, donde se observan 3 construcciones nazaríes:
a la izquierda está, la entradas y las bóvedas del Bañuelo, antiguo hammán,
a la derecha, dentro de convento de las monjas de Zafra, la casa morisca,
en el centro, los restos del Maristán tras la techumbre de protección.
En ellos había doctores especializados en ciertas enfermedades y separaban ya, a los enfermos por sexo y patología.

Una de las especialidades que ya encontramos en estos primeros hospitales es la enfermedad mental.

Los Hospitales en Oriente


La primera referencia que tenemos de un bimaristán data de la época preislámica (s.III d.C.).


Fundado por el monarca Shapur I en Yundishapur (jardín hermoso), situado en el actual Irán, sobrevivió a los ejércitos árabomusulmanes en el 638 d.C. y evolucionó hasta convertirse en un hospital público.

Disponía de facultad de medicina y, ya en aquella época, atención psiquiátrica.

Éste y la escuela de Alejandría constituyeron dos modelos a imitar para los árabes en los inicios de su incorporación al quehacer científico de la humanidad. A pesar del avance en tratamientos para pacientes mentales, no es hasta el siglo XIV que no tenemos constancia de hospitales mentales en Europa, construidos en la época romana o cristiana

Hospitales en España musulmana.

El primer Maristán de Europa fue edificado en Granada en 1365 d.C.

En la península, no tenemos referencia de la construcción de un hospital parecido a los de Oriente hasta el siglo XIV d. C..

Éste fue el Maristán de Granada, posteriormente reconvertido en la Casa de la Moneda.

Placa fundacional del Maristán de Granada.
Aunque algunos estudios nos pueden hacer sospechar de la presencia de algún maristán previo, en el siglo XII en la zona levantina y algunos más tardíos por Valencia y Zaragoza, no hay datos fehacientes para poder asegurarlo.

Del hospital granadino se conserva la lápida fundacional, en la que se puede leer tres datos de valor: la fecha de su inauguración, la de finalización y el nombre de su fundador Muhámad V .

Su ubicación seguramente no fue por casualidad, se construyó cerca de la acequia de Axares o acequia de la Alegria, en el barrio llamado Rabad Al Raha, cerca del río Darro.

Su asistencia estaba destinada a los musulmanes pobres, pero podía ingresar cualquier persona enferma.

Posteriormente se especializó para enfermos mentales, aunque las escasas descripciones sobre los profesionales de medicina que trabajaron ahí no ayudan mucho para asegurar que sólo se trataba de un hospital psiquiátrico.

Sí que se sabe, por el contrario, que en el momento de la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos, el hospital estaba ocupado por locos y dementes, y fue conocido como “Casa de Locos”.

La lápida fundacional está ahora expuesta en el Museo de la Alhambra.
El Maristán fue un hospital de pobres construido con la exquisitez y delicadeza propia de la arquitectura nazarí.

Lo mandó levantar el sultán nazarita Muhammad V, en el siglo XIV.

Tenía una hermosa alberca custodiada por los dos magníficos leones enfrentados de mármol gris que luego pasaron a adornar los jardines del Partal, donde los trasladó Leopoldo Torres Balbás hacia 1935 y ahora se encuentran en el Museo de la Alhambra.

Tras la toma de la ciudad por los Reyes Católicos, en el siglo XV, se convirtió en Casa de la Moneda y, más tarde, pasó a ser propiedad de los frailes mercedarios descalzos del Convento de Belén.
En el siglo XVIII, el edificio se transformó en almacén de vinos y después se destinó a presidio.

El Ayuntamiento de Granada autorizó su demolición en 1843, dado su estado de deterioro. Afortunadamente, la demolición no se llevó a cabo del todo, lo que permitió su reconstrucción para utilizarlo como casa de vecinos hasta 1984.

Después de tantos años de abandono y desidia, sólo la alberca se conserva en perfecto estado.
El resto son ruinas que todavía permiten apreciar su estructura original y dar testimonio de la grandiosidad de uno de los dos únicos edificios de este tipo que se conservan de la antigua al-Ándalus (el otro es el Hospital de los Moriscos de Granada).

Del Maristán de Granada ahora sólo queda un solar que únicamente
ha tenido proyectos sin presupuesto e intervenciones arqueológicas.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía acordó declarar Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento, el Maristán nazarí de Granada.

La declaración como Bien de Interés Cultural aprobada estableció una zona de protección en torno al monumento que abarca inmuebles, parcelas y espacios públicos y privados de las calles Bañuelo, Carrera del Darro, Concepción de Zafra y Portería de la Concepción

Fundado por Muhammad V en 1367, es obra singular por ser el único hospital de al- Andalus del que se tiene suficiente información, gracias a los dibujos del siglo XIX y las modernas excavaciones arqueológicas. Su distribución y estructura, similar a la del coetáneo Corral del Carbón.

La España de la Edad Media podía enorgullecerse de su superioridad cultural, técnica, científica y hasta religiosa con respecto a la Europa de entonces.

Simulación de cómo sería el Maristán de Granada.
Juan Vernet Ginés, historiador, y filosofo, en sus estudios de la ciencia y cultura medieval, aprecia una «gran superioridad de la cultura de la Marca Hispánica sobre el resto de Europa».

A instigación del profeta Mahoma, quien dijo:

«Buscad el conocimiento desde la cuna hasta la tumba»

Restos arqueológicos de una intervención en el solar del Maristán de Granada
y el Islam introdujo al mundo el concepto de la universidad.

La primera en la historia del mundo fue la renombrada «Casa de Sabiduría» en Bagdad.

En Occidente, la primera fue la de Córdoba.

La España islámica llegó a tener un total de 17 colegios y 70 universidades o madrasas, que no las madrazas coránicas que, además de servir a la población musulmana, atrajeron y acogieron con ejemplar tolerancia a una gran afluencia de estudiantes europeos, uno de los cuales fue el mismo Papa Silvestre II, que dejó testimonio de su paso por España, con el nombre de monje Gerberto de Aurillac (945-1003 d.C).

El Maristán de Granada.

Ubicación del solar del Maristán de Granada frente a la Alhambra de Granada.
Ocupaba una parcela rectangular de 1.015 m2, con crujías y pórticos en los cuatro lados, organizados con dos plantas de altura. El centro del patio estaba ocupado por una gran alberca.

El índice de arabización en aquel entonces era muy fuerte en España, y se contaba con una fuerte comunidad cristiana araboparlante.

Aunque a Córdoba iban jóvenes de los reinos del norte de España, la mayoría de foráneos venían de más allá de los Pirineos.

En esta ciudad y en otras muchas había verdaderos centros de enseñanza o madrasas.

En la escuela o madrasa del Maristán, los maestros daban a sus alumnos conferencias y sesiones clínicas a la vez que se les proporcionaba una enseñanza práctica, incluyendo la cirugía en el plan de estudios, calificaciones a través de la redacción de una tesis y la obtención de un diploma que permitía ejercer la medicina, tras haber pronunciado el juramento de Hipócrates.

Criterios análogos se adoptaron en la Escuela de Córdoba, contemporánea de la salernitana, que inició sus actividades hacia el año 912.

Es interesante resaltar que las túnicas universitarias, así como las togas y tocas usadas en las graduaciones, son vestigios de costumbres nacidas en los colegios y las universidades islámicas.
Los médicos granadinos gozaron de gran renombre dentro y fuera de sus fronteras.

Entre ellos se encuentra Muhammad ben Ahmad al-Riquti al-Mursi, políglota que al, ser ocupada Murcia por Alfonso X "El Sabio" (1266 d.C) le construyó una madrasa para que enseñara a la vez a musulmanes, cristianos y judíos.

Los estudiantes de medicina pusieron un celo especial en aprender y aplicar bien la Urjüza fí-l-tibb de Avicena.

A esta misma época se debe la fundación del hospital de Granada por Muhammad V (1356 d.C) y la madrasa Yusufiyya (1349 d.C) por Yusuf I.

Aún así, la afirmación de J. Millas Vallicrosa, no pretende restar importancia a la labor traductora por la cual Alfonso X se mereció el sobrenombre de Sabio:


«Se encariñó con la cultura del pueblo vencido, intentó atraerse a los sabios musulmanes y judíos; se interesó por sus disquisiciones filosóficas; fomentó el estudio de su lengua fundando 
colegios y enseñanzas, y trasladó a lengua romance, obras históricas, 
de ciencias matemáticas y hasta libros de juego».
De las madrasas salieron grandes médicos prestigiosos, que han empleado sus conocimientos en los maristanes como maestros del arte de la curación.

El cirujano más grande y famoso de la medicina islámica en la Europa medieval fue el médico andalusí Al Zahrawi, conocido como Albucasis (930-1013 d.C), fue el primero en describir la hidrocefalia; y otras enfermedades congénitas.

También fue el primero en la historia, en utilizar el algodón (una palabra de origen árabe) en las preparaciones quirúrgicas, y en el control de la hemorragia y el relleno al entablillar las fracturas.



Gracias al empleo por vez primera de las suturas «Catgut» de tripa de los animales, que ha permitido surgir nuevas técnicas quirúrgicas.

Describió la formación de cálculos en la vejiga así como el parásito de la filaria.

Su gran trabajo, el Tasrif, de 30 volúmenes y traducido al latín, se convirtió en un importante texto de referencia para las universidades europeas de la Edad Media.

Por otra parte, la primera descripción médica de la viruela y del sarampión y su diferencia clínica de la que poco se ha añadido desde entonces; se debe a Al Razi (Rhazes, 864-930 d.C.), nacido en Rei (antigua Ragha, Persia) y cuya fama se constituyó como jefe del hospital de Bagdad.

También fue el primero en utilizar al alcohol como antiséptico.

Operación de cataratas en la época musulmana.
La primera escuela o madrasa de óptica fue iniciada a manos del médico relevante y «padre de la óptica», Ibn al Haytham, el Alhazen para los latinos (965-1037 A.D.), nacido en Basora (Irak).

Su obra más importante fue «El tesoro óptico» (al-Manadhir), traducido al latín, del cual Leonardo da Vinci y Johannes Kepler dibujaron sus teorías sobre los fenómenos de la reflexión y de refracción de sus propias escrituras.

Alhazen introdujo una teoría innovadora al descubrir que los rayos luminosos, emanan en líneas rectas en todas las direcciones de cada punto en una superficie luminosa.

En su estudio demostró que la luz que cae en la retina se asemeja a la que cae sobre una superficie dentro de un cuarto oscuro a través de una abertura pequeña.

Demostró así de forma concluyente que la visión se produce cuando unos rayos de luz pasan del objeto hacia el ojo y no del ojo hacia los objetos como pensaban los griegos. Alhazen fue el primero en descubrir por completo detalles de diversas partes del ojo y dar una explicación científica del proceso de la visión y la visión binocular.

Hizo experimentos con segmentos esféricos o curvos y la aberración, aproximándose al descubrimiento del fenómeno del poder refractivo tres siglos más tarde explicado.

También observó que el cociente entre el ángulo de la incidencia y la refracción no es constante e investigó la energía que magnificaba una lente.

Así, Alhazen se anticipó a la ciencia moderna occidental, nacida según el filósofo, matemático y sociólogo británico Bertrand Russell (1872-1970), de la unión entre la especulación griega y el empirismo islámico.

El estudio del ojo humano, según Alhazen.
Por eso, Alhazen es considerado como el padre de la óptica moderna.

En el Maristán se empleaban los descubrimientos de las técnicas innovadoras de la época como el tratamiento quirúrgico de la catarata que era muy común, fue desarrollada por Ibn Ammar, quien introdujo una aguja metálica hueca o cánula a través de la esclera extrayendo el cristalino por aspiración, una técnica que fue descubierta en el siglo XIX en Europa.

El instrumento óptico de dos cristales montados en armadura que se sujeta a las orejas, conocido como gafas, debe su nombre a un inventor del siglo XII, el oculista andalusí Muhammad al Gafiqí, nacido cerca de Córdoba. Al Gafiqí fue el autor del Kitab al-murshid fi-l-kuhl («Guía del oculista») del que se conserva un manuscrito único en la biblioteca de El Escorial.

El máximo sabio de Al-Ándalus, médico y filósofo cordobés, Ibn Rushd (Averroes 1126-1198 d.C.), se distancia de Aristóteles, al subrayar la función sensorial de los nervios, y reconocer en el cerebro la localización de algunas facultades intelectivas (imaginación, memoria...); fue el primero en explicar la función de la retina y en reconocer que un ataque de viruela confiere una inmunidad subsiguiente
.
Su enciclopedia médica «Libro sobre las generalidades de la Medicina» (Kitab al-kulliyat fi al-tibb), de siete volúmenes fueron manejados como libro de texto en las universidades cristianas como Oxford, París, Lovaina, Montpellier y Roma (1,2,5).

El príncipe de los médicos, Ibn Sina (Avicena 980-1037 d.C) nació en Bujara, su enciclopedia, obra maestra que ha reunido el legado de los conocimientos de la medicina griega y las aportaciones de médicos musulmanes en «Canon de Medicina» (al-Qanun fi-l-Tibb), fue traducida al latín por Gerardo de Carmona y considerada indispensable en las universidades europeas hasta el siglo XVII.

La universidad de Alcalá de Henares, fundada en 1293 d.C, programaba aún en el siglo XVII, los estudios de medicina, que durarían 4 años teóricos y 2 años prácticos; y todo el programa teórico, consistía en la lectura y explicación por parte del catedrático de medicina, durante los dos primeros años teóricos del Canon de Avicena, y durante los 2 últimos años teóricos, de los textos de Hipócrates y de Galeno.

Ejemplar antiguo, de 1608, del Canon de Avicena.
Avicena describió los síntomas de la tuberculosis y la meningitis con tal claridad y brevedad que hay muy poco que se puede añadir aún después de 1.000 años.

Además fue el primero en describir el número exacto de los seis músculos extrínsecos del globo ocular.

Numerosos médicos judíos aportaron conocimientos y experiencias desde los maristánes y las escuelas de la medicina medieval, lugares bajo dominio y tolerancia del Imperio Musulmán.
Uno de ellos fue Abu Yaqub al Israilí (855-955 d.C), célebre oculista y filósofo judío nacido en Egipto que ejerció en el maristán de Qairauán (Túnez).

Su discípulo, Abu Ya´far Ibn al-Yazzar (931-1009 d.C) fue el autor de una obra médica monumental: «Zad al musafir», que fue traducida al latín con el nombre de "'Viaticum peregrinantis"' por el monje viajero Constantino el Africano (1015-1087 d.C) de la abadía de Montecassino.

Este vademécum de la medicina medieval consiste en siete libros y abarca las descripciones de conocimientos de la época, de las enfermedades y sus tratamientos.

Anatomía del cuerpo humano en un libro de medicina cristiana en época medieval.
Fue el principal libro de referencia en la Europa cristiana medieval y fue utilizado en las escuelas de medicina de Salerno y Montpellier, y en las universidades de Bolonia, Paris y Oxford.

Maimónides fue otro prominente médico y filósofo (1135-1204 d.C), nacido en Córdoba, marchó a la corte de Saladino huyendo de la persecución religiosa y dejó como legado, varios escritos y tratados, sobre higiene, asma, hemorroides, venenos y antídotos.

Ibn al-Jatib (1333-1375 d.C), nacido en Loja-Granada, historiador, filósofo y médico, su «Libro de la Higiene según las estaciones del año» (Kitab al-wusul li hifz al-sihha fi al- fusul) describe los progresos de la época y cómo combatir la peste bubónica, la famosa peste negra.

El oftalmólogo, "'kahhál"' en árabe, era un personaje familiar en la sociedad musulmana, que simultáneamente practicaba la medicina, y a menudo actuaba como consejero y psicólogo; así, reconociendo sus facultades y su categoría dentro del orden jurídico y título social.

De las madrasas o escuelas, los estudiantes son considerados de un elevado honor por que son los futuros maestros.

De los maristanes que han proporcionado el prestigio en el tiempo de sus prácticas y adelantos de la época; y los avances socio-culturales que fueron asociados al progreso humanitario, para servir y curar a toda persona sin distinción de raza, color o religión, hombres y mujeres.


El catedrático y médico libanés Said Fhatwi dijo en 2005 en el Maristán de Granada:

«Se trata de aprender a vivir juntos desarrollando el conocimiento de los otros, de su historia,
sus tradiciones y su espiritualidad... que permita refundar una modernidad sobre
la comunicación de individuos y colectividades que son a la vez semejantes y diferentes».

Bruno Alcaraz Masáts. © Artículo de encargo para Europa Press. 2011. ©