ANDALUCÍA,
DOS IMÁGENES CARTOGRÁFICAS
Grabado
de Jerónimo de Chaves
Jerónimo
de Chaves - Amberes, 1579
Hispalensis conventus delineatio
Grabado 35×46 cm. Escala [ca. 1:640.000].
Biblioteca Nacional de España (Madrid). MR/34/795/2.
Hispalensis conventus delineatio
Grabado 35×46 cm. Escala [ca. 1:640.000].
Biblioteca Nacional de España (Madrid). MR/34/795/2.
El mapa evoca la fisonomía de las cartas de
orientación eminentemente marítima que se fabricaban en Sevilla durante el
periodo en que detentó el monopolio del tráfico con las Indias, con una
representación territorial de tono perspectivo-pictórico.
El relieve se define con masas de montañas
sombreadas, y las poblaciones mediante convencionales perfiles urbanos de
tamaño acorde a su importancia; el refinamiento de las cartelas, la vegetación,
animales marinos y escenas navales, la elegante claridad de las tipografías y
el vivo cromatismo de la iluminación contribuyen al indudable efecto artístico
de la imagen.
La fecha de 1579 de una de las cartelas corresponde
a la de su publicación inicial como lámina del Theatrum Orbis Terrarum,
considerado el primer atlas en sentido plenamente moderno, del cartógrafo y
editor flamenco Abraham Ortelius.
El resonante éxito de la obra haría que se llegasen
a estampar – según estimaciones – unas 6.675 copias de este mapa para una
veintena de ediciones del Theatrum…
Hasta 1612, convirtiéndose en el más difundido y
arquetípico de la región y en el modelo para infinidad de copias y versiones
posteriores en los más variados formatos.
Una pieza decisiva para la historia de la
cartografía tanto de España como de Andalucía por haber sido el primer mapa
impreso que se dedica específicamente a la región, trazado además por un autor
andaluz, el sevillano Jerónimo de Chaves, catedrático de Cosmografía de la Casa
de la Contratación.
Como reza el título, sin embargo, el dibujo se ciñe
a la diócesis de Sevilla, que por entonces comprendía el territorio aproximado
de las actuales provincias de Sevilla, Huelva y el norte de Cádiz, si bien sus
márgenes se extienden hasta las capitales cordobesa y gaditana.
Un área de especial interés estratégico donde
radicaba el foco neurálgico de las relaciones entre Europa y América en la que
se delinean las principales sierras y ríos, y una elevada cifra de
asentamientos, muy numerosos por la campiña, en torno al Guadalquivir y hacia
el Condado onubense.
Grabado depositado en la Biblioteca Nacional de
España (Madrid). MR/34/795/2.
CARTOGRAFÍA
DE ANDALUCÍA
EN TIEMPOS DE FELIPE V
Jean
Baptiste Nolin., Nicolas Guérard
París, [ca. 1704]
Parte meridional de las costas d´Españas con Los Reinos de Granada y Andalucía
y poblaciones de los antiguos Reynos de Granada, Cordüa, de Sevilla, y Jaén…
Grabado en 3 hojas, 54×83,5 cm.
Escala [ca. 1:800.000].
El
peso de las apariencias.
Este
mapa publicado en París por J.B. Nolin ofrece una de las imágenes de más
generosas proporciones del conjunto de la región de la cartografía del siglo
XVIII, aunque su novedad sólo estribe en el aparato de cartelas, leyendas,
ornamentos e iluminación con que se reviste, pues la representación geográfica
es copia casi exacta del mapa italiano G. Cantelli publicado en 1696.
Si
acaso se detectan mínimas diferencias, por ejemplo en el dibujo de las
fortificaciones de Cádiz, y una simplificación del modelo, como en casi toda
copia o versión. Motivos, sin embargo, no faltaban para esta pretendida
actualización.
Las dedicatorias y escudos resaltan la entronización de Felipe V como rey "de las Españas y Indias" en los momentos de la Guerra de Sucesión española, que también se libró en el campo de la propaganda y de las publicaciones cartográficas.
Las dedicatorias y escudos resaltan la entronización de Felipe V como rey "de las Españas y Indias" en los momentos de la Guerra de Sucesión española, que también se libró en el campo de la propaganda y de las publicaciones cartográficas.
Se
difundieron entonces bastantes mapas, varios de Andalucía, relacionados de
algún modo con el conflicto:
los
holandeses, recogiendo victorias de la coalición aliada y alusiones al
pretendiente austracista Carlos III, los franceses proclamando al Borbón Felipe
V como monarca, y otros centrados en diversos aspectos castrenses y hechos de
armas.
El
cambio dinástico redundaría, en definitiva, en el estrechamiento de lazos e
intereses entre Francia y España, con inclusión de la actividad cartográfica.
Grabado depositado en Service Historique de la Défense, Département de l´armée de Terre (Vincennes, París). L12 B2 79.
Bruno Alcaraz Masáts