sábado, 24 de septiembre de 2011

La Sala de los Secretos de la Alhambra

Fotografía de la Sala de los Secretos en la Alhambra
La Sala de Dos Hermanas, en cuyos sótanos se encuentra la Sala de los Secretos, fue construida por Muhammad V durante la primera parte de su reinado (entre 1354 y 1358) y tenía la función de nuevo Mexuar del Sultán, cuyo trono quedaría emplazado en el mirador de Daraxa o Lindaraja.

Este nuevo Mexuar en la Sala de Dos Hermanas tenía una doble función: representativa y de aparato, ya que este segundo Mexuar tenía funciones administrativas y se hallaba anexo, aunque ha desaparecido.

Cuando en 1362 se inicia la construcción  de esta Sala, no se había construido el resto de salas del palacio de Leones, y aun no existía el patio de los Leones, que debieron edificarse a partir de 1363.

La sala de Dos Hermanas es cuadrada, con techos de lazo y alcobas que comunican con las Habitaciones de Carlos V y, a través de un balcón, con los Jardines del Partal.

La entrada a la sala se realiza a través de un arco semicircular festoneado, que conserva las puertas de madera originales. A través de un pasadizo podemos llegar a los aposentos altos, con techos labrados en el siglo XVI.

Palacio de los Leones - Sección de la Sala de Dos Hermanas - (E 1 200)
donde se observan a la izquierda las bóvedas de los baños árabes y
en el sótano de la Sala de Dos Hermanas, los diversos pasadizos
y en el centro está la bóveda baída de la Sala de los Secretos.
A la cámara del mirador se accede a través de tres pequeños arcos, con mocárabes en los arcos laterales y albanegas labradas en el central y desde sus ventanas podemos tener una vista del Patio de los Leones.

Fotografía antigua, en torno a 1950, del patio de Lindaraja.
La Sala de las Dos Hermanas presenta un espacio central de planta cuadrada, con función de Mexuar o sala del consejo de visires, cubierto con cúpula de mocárabes sobre tambor octogonal, flanqueado por tres salas laterales, y al fondo se abre el mirador de Lindaraja, como sala del trono, desde la que se veía los jardines con su fuente que se hallaban abiertos sobre Granada antes de las reformas del emperador Carlos V y así el sultán podía contemplar la capital del sultanato.
El jardín de Lindaraja desde la Sala de los Secretos
Conocida habitualmente como la Sala de los Secretos, la descripción de esta Sala de los Secretos, curiosamente no se recoge en casi ninguna guía, es la de una estancia dodecagonal,  situada en los sótanos de la Sala de Dos Hermanas y donde los visitantes de la Alhambra se colocaban en los dos extremos de uno de sus doce arcos y pueden mantener una conversación en susurros y nadie, dentro de la Sala de los Secretos, puede escucharla y se accede a ella desde el Patio de Lindaraja.

Plano del jardín de Lindaraja y de la Sala de Dos Hermanas,
y el patio de la Reja en la parte inferior derecha.
El jardín de Daraxa o de Lindaraja, llamado también patio de los Naranjos o de los Mármoles, se levantó entre 1526 y 1538, al tiempo que se construían las habitaciones de Carlos V, en los jardines que ya existían entre el alcázar y la muralla fue remozado en el siglo XVI, que mejor responde a la idea de jardín cerrado como lugar de encantos y delicias, cuenta con cipreses, acacias, naranjos y arbustos de boj, rodeando la gran fuente central de mármol, decorada en su borde con una poesía, al igual que la fuente del Patio de los Leones, y que se colocó en 1626 aprovechando la gran taza que se encontraba en el Patio del Cuarto Dorado. 
Alzada del Palacio de los Leones - Alhambra - Girault de Prangey - Paris, 1837
En arquitectura, una bóveda baída es aquella que está formada por un hemisferio cortado por cuatro planos verticales y paralelos entre sí dos a dos y baída es una palabra de origen árabe, que significa capacete, que según recogió el diccionario de Autoridades de la RAE, de 1729, era un casco de armadura que se adaptaba a la cabeza, para cubrirla de los golpes y cuchilladas, y la Sala de los Secretos tiene esa forma de casco, ya que es una sala cubierta por una cúpula muy oscura de piedra con doce arcos inscritos, con ventanas pequeñas, donde se situa un conjunto de habitaciones con una parte central que es la Sala de los Secretos.

El diseño arquitectónico de su planta es un dodecaedro y su bóveda es de tipo baja, una bóveda baída, dando a la estancia un aspecto de que no tiene mucha altura. Su  bóveda permite transmitir de uno a otro de sus ángulos el sonido, se le supone un uso como sala para la música en época nazarí, y quizá sea éste el laberinto de Creta mencionado en algunos documentos de la Alhambra:

“Y enfrente deste [postigo adentro de la cuadra principal de los Baños] para entrar en el laberinto de Creta hay un postigo nuevo con tableros de nogal y... poco más adelante hay una puerta... que mira al jardín de Daraja”.

En la Alhambra el laberinto de Creta no era un jardín de los palacios nazaríes sino uno de los recintos interiores bajo la Sala de Dos Hermanas.


Sección 4 de los palacios nazaries: Palacio de los Leones.
Sala de Abencerrajes, Patio de los Leones, y Sala de Dos Hermanas
y en los sótanos la Sala de los Secretos y diversos pasadizos - (E 1 200)
El fenómeno de la transmisión es consecuencia casual de la geometría de la construcción o del lugar, como puede ser la Sala de los Secretos de la Alhambra o como la Sala de los Secretos de El Escorial, entre otras salas de los Secretos que hay en el mundo.


Entrada de la Sala de los Secretos en el jardín de Lindaraja,
arriba el balcón de Daraxa, en la Sala de Dos Hermanas.
Estas son algunas de las únicas referencias escritas encontradas sobre la Sala de los Secretos:

El pintor sueco Egron Sellif  Lundgren, hacia 1887.
Bajo el título ''Anotaciones de un pintor'', el libro del pintor sueco Egron Sellif Lundgren, publicado en Estocolmo en 1882, por el editor P. A. Norstedt, et Söner, con el título: En Malares Anteckningar. Utdrag ur Dagböcker och Bref . Italien och Spanien. Tredje Upplagan se recogen las impresiones del artista sueco Egron Sellif Lundgren en la Alhambra y con notas sobre Granada o sus alrededores, que de algún modo completan y ambientan la permanencia del pintor en la Alhambra durante dos temporadas sucesivas, en los años 1849 y 1850.

En este libro se recoge esta anotación que escribió en 1849: 
Egron Sellif Lundgren,
conocido en su epoca como ''el pintor de los ojos''.
Alhambra, junio 1849


‘’Las personas reales, es decir, la hermana de la reina doña Luisa Fernanda y el duque de Montpensier, visitaron la Alhambra y luego se quedaron para un pequeño déjeuner champétre todo el día. Habían prohibido el paso al púíblico, pero como Antoñita se consideraba que no pertenecía al público, consiguió de alguna manera abrirse paso y luego me contó todos los secretos de Estado. Desgraciadamente hablaban a veces en francés, de suerte que esta parte del chisme se perdió. 

En cambio obtuve descripciones más extensas de cómo la Sala de los Secretos había sido arreglada con divanes y cojines de seda, espejos y alfombras turcas y cómo la Infanta había estado locá de alegría hasta dignarse bailar «La cachucha» con castañuelas, vestida de rosa con encajes negros.

Los músicos se habían quedado escondidos en el pequeño jardín de Lindaraja entre los setos de mirto, alrededor de la pequeña fuente, tocando tan dulcemente, que resultaba cosa hechicera y las golosinas que traían de la cocina en vajilla de plata y de cristal eran indescriptibles’’.

Egron Sellif Lundgren - Gitana española.
Cuando en 1862 visitaron Granada los viajeros románticos Gustavo Doré y el Barón Charles Davillier, éste describió Granada y la Alhambra en varios fascículos publicados en 1864 en París en la revista “Le Tour de Monde”, propiedad de la editorial Hachette, y nos dejó escrita esta breve descripción de la Sala de los Secretos, con la curiosidad de que Davillier cambió la ubicación de la misma, situándola en los sótanos del palacio de Carlos V.

Portada del fascículo de "Le Tour du Monde", publicado en 1864,
que contiene esta breve descripción de la Sala de los Secretos.

“Al abandonar el Jardín de Lindaraja, cruzamos la Sala de Secretos, construida bajo el palacio de Carlos V, que fue así llamada por el efecto de sonido producido por la conformación de la bóveda, efecto ya conocido desde la época romana, y que no es raro encontrar en otros edificios de diferentes épocas: uno sólo tiene que susurrar unas palabras en una esquina, y en bajo esa voz se escuchó claramente por la persona que aplica la oreja en el ángulo opuesto”.

En 1878 se publicaría el libro Estudio descriptivo de los monumentos árabes de Granada, Sevilla y Córdoba, del arquitecto conservador de la Alhambra Rafael Contreras, que incluía esta referencia:



‘’…debajo de la de las Dos Hermanas. En la del centro se observa el efecto acústico del sonido que se transmite por el embocinado de las curvas y se repite en los cruceros de las bóvedas, lo cual hizo que esta sala se llamara de los Secretos, único interés que ofrece para ser visitada. En suma, los cenadores no existían en tiempos árabes, y en su lugar había un dilatado jardín, en donde tal vez se hallara el estanque y fuente, con arreglo a las inscripciones de la taza citada’’.

En 1885 se publicó el libro España, sus monumentos y artes – Su naturaleza e Historia (Granada, Jaén, Málaga y Almería) de Francesc Pi i Margall, que escribió esta referencia:

Portada del libro de Francesc Pi i Margall,
publicado en 1885.
’Subsisten aun en la parte inferior del monumento el patio de la Reja, la Sala de las Ninfas y la de los Secretos (1) y el celebrado jardín de Lindaraja…

…la de los Secretos está enteramente renovada, y apenas guarda sino la disposición acústica de sus bajas y misteriosas bóvedas’’.

 (1) Tiene esta sala en cada ángulo un tubo, al cual si se aplica el oído, se oye perfectamente lo que se dice en el ángulo opuesto, por baja que sea la voz con que se pronuncien las palabras. A esto debe el ser llamada Sala de los Secretos''.

En 1892, Don Manuel Gómez Moreno, escribió en su Guía de Granada esta breve referencia:

Plano de los subterráneos de la Casa Real,
según estarían antes de la Reconquista.
(Plano de la Guia de Granada, de Don Manuel Gómez Moreno)
‘’Por aquí se entra en los subterráneos de la Sala de las Dos Hermanas, que son varias galería abovedadas y en medio la Sala de los Secretos, llamada así por el fenómeno acústico que produce la bóveda baída’’.

Guía de Granada de Don Manuel Gómez Moreno (1892)
y  Guía de Granada de Antonio Gallego y Burín (1946)
En 1946, Antonio Gallego y Burín, recogió en Granada, Guía artística e histórica de la ciudad, esta reseña:

‘’Por el lado S. del jardín se penetra en los sótanos de la Sala de Dos Hermanas, grupo de galerías abovedadas en torno a un aposento central llamada Sala de los Secretos porque su bóveda baída permite transmitir de uno a otro de sus ángulos el sonido.

A la derecha de este mismo lado, una puerta comunica con las piezas de servicio de los Baños y, a la izquierda, otra, con arco de herradura paso a unas habitaciones modernas.

La galería E. tiene ventana con vistas a los jardines del Partal, y la N. conduce, por un pasadizo, a la muralla donde se alza la Torre de Abu al-Hayyay’’.

La última referencia escrita aparece en un libro de reciente publicación, en el libro Alhambra, del arabista y escritor Robert Irwing, publicado en Inglaterra en 2004 y editado en castellano por la Editorial Almed en 2010:

‘’Viene después la Sala de los Secretos, una auténtica fábrica de intrigas”.


Para Robert Irwin, escritor y arabista,
uno de los mayores expertos en arte islámico, regresar a Granada 

“es como volver al paraíso”.
''Para un árabe, las paredes de la Alhambra son un libro de piedra”  

LIBRO RECOMENDADO:


Título: La Alhambra
Autor: Robert Irwing
Editorial: AlmED
ISBN: 978-84-15063-03-2

Aunque este libro no sea un estudio sobre la Sala de los Secretos, si es un libro que hay que leer para conocer mejor las claves de la construcción de la Alhambra, el único castillo hispano-musulmán que se conserva en Occidente.

Bruno Alcaraz Masáts