domingo, 8 de agosto de 2010

Todo hombre es dueño de sus silencios,
pero esclavo y víctima de sus palabras.


Adagio árabe del siglo IX

Primera lectura de frases lapidarias del hombre hacia la mujer

En el siglo XIII, santo Tomás de Aquino sostenía que Dios no debió crear a la mujer.

Así quedaría recogido en la Summa Theologiae, cuando describía los vicios a que se enfrentaba el hombre durante su vida en la Tierra.

"Deben evitarse las ocasiones de pecado.
Ahora bien, Dios preveía que la mujer había
de ser ocasión de pecado para el varón.
Por tanto, no debía haberla creado".

Antes de escribir esta frase lapidaria, había dedicado santo Tomás de Aquino cinco páginas en defensa de esa tesis y para argumentar que la mujer era, en realidad, un macho fallido ("fémina est mas occasionatus'') y esta aseveración la diría por la ausencia del pene.

Actualmente, los jerarcas del cristianismo romano que reside en el Vaticano aún se toman en serio estas proclamas.

Ya en el siglo XIV, hubo un tiempo en el cual Roma decía que la mujer tenía menos dientes que el hombre, a partir de un texto de Aristóteles donde documentaba la inferioridad de la mujer por los dientes de la boca.

Hoy en día, ya en el siglo XXI, la Congregación de la Doctrina de la Fe, nueva denominación semántica del Santo Oficio de la Inquisición, indica la ordenación sacerdotal de una mujer entre los delitos más graves que puedan cometerse entre eclesiásticos, equiparándolo a la pederastia y la pornografía infantil, según se recoge en unas llamadas Modificaciones a la Carta Apostólica Sacramentorum sanctitatis tutela, con este título en latín: Normae de gravioribus delictis (Normas sobre los delitos más graves).

Existe un antiguo adagio musulmán que dice:

Todo hombre es dueño de sus silencios,
pero esclavo y víctima de sus palabras.

He aquí una primera lectura de frases lapidarias en torno a opiniones del hombre sobre la mujer, desde el Código de Hanmurabi, hace ya 3700 años:

Código de Hammurabi
(Constitución Nacional de Babilonia, otorgada por el rey Hammurabi, que la concibió bajo inspiración divina, siglo XVII a.C.)

''Cuando una mujer tuviera una conducta desordenada y dejara de cumplir sus obligaciones del hogar, el marido puede someterla y esclavizarla. Esta servitud puede, incluso, ejercerse en la casa de un acreedor del marido y, durante el período en que durase, le es lícito (al marido) contraer un nuevo matrimonio"

Zaratustra (filósofo persa, siglo VII a.C)
''La mujer debe adorar al hombre como a un dios. Cada mañana debe arrodillarse, nueve veces consecutivas, a los pies del marido y, con los brazos cruzados, preguntarle:
Señor, ¿que deseáis que haga?''


Aristóteles (filósofo, guía intelectual y preceptor griego de Alejandro, el Grande, siglo IV a.C.)
''La naturaleza solo hace mujeres cuando no puede hacer hombres. La mujer es, por tanto, un hombre inferior."

Leyes de Manu (Manu Smriti - Libro Sagrado de la India – Siglos VI al III a.C.)
''Aunque la conducta del marido sea censurable, aunque éste se dé a otros amores, la mujer virtuosa debe reverenciarlo como a un dios. Durante la infancia, una mujer debe depender de su padre, al casarse de su marido, si éste muere, de sus hijos y si no los tuviera, de su soberano. Una mujer nunca debe gobernarse a sí misma."

El Corán (libro sagrado de los musulmanes, recitado por Alá al Profeta Muhammad en el siglo VI)
''Los hombres son superiores a las mujeres porque Alá les otorgó la primacía sobre ellas. Por tanto, dio a los varones el doble de de lo que dio a las mujeres. Los maridos que sufrieran desobediencia de sus mujeres pueden castigarlas: abandonarlas en sus lechos, e incluso golpearlas. No se legó al hombre mayor calamidad que la mujer."

Le Ménagier de Paris (Tratado de conducta moral y costumbres del Reino de Francia, siglo XIV)
''Cuando un hombre fuera reprendido en público por una mujer, tiene derecho a golpearla con el puño, el pié y romperle la nariz para que así, desfigurada, no se deje ver, avergonzada de su faz. Y le está bien merecido, por dirigirse al hombre con maldad y lenguaje osado."

Enrique VII (rey de Inglaterra, jefe de la Iglesia Anglicana, siglo XVI)
''Los niños, los idiotas, los lunáticos y las mujeres no pueden y no tienen capacidad para efectuar negocios.''

Lutero (teólogo alemán, reformador protestante, siglo XVI)
“El peor adorno que una mujer puede querer usar es ser sabia.''


Constitución Nacional Inglesa (Ley del siglo XVIII)
"Todas las mujeres que sedujeran y llevaran al matrimonio los súbditos de Su Majestad mediante el uso de perfumes, pinturas, dientes postizos, pelucas y relleno en caderas y pechos, incurrirían en delito de brujería y el casamiento quedaría automáticamente anulado."

San Pablo (apóstol cristiano, año 67 d.C.)
"Que las mujeres estén calladas en las iglesias, porque no les es permitido hablar. Si quisieran ser instruidas sobre algún punto, pregunten en casa a sus maridos.''

Escrito del Apóstol San Pablo (apóstol cristiano, año 67 d.C.)
''La cabeza de una mujer es el varón.''

San Agustín (escrito en las Etimologías – Siglo IV d.C.)
''Mi madre obedecía ciegamente al que le designaron por esposo.''


Texto de San Ambrosio (Siglo IV d.C.)
''Si a la mujer se le permite hablar de nuevo, volverá a traer la ruina al hombre''

Homilía de San Juan Crisóstomo (Siglo IV d.C.)
''Cuando la primera mujer habló, provocó el pecado original.''

Homilía de San Jerónimo (Siglo IV d.C.)
''Todas las mujeres son malignas.''

Homilía de San Bernardo (Siglo XII d.C.)
''Las mujeres silban como serpientes.''

Homilía de don Javier Martínez, Arzobispo de Granada – 2010 (Siglo XXI)
''Matar a un niño indefenso, y que lo haga su propia madre, pierde la legitimidad, da a los varones licencia absoluta para
abusar del cuerpo de la mujer.''


Bruno Alcaraz Masáts