El sueño de la Alhambra
Artículo de Julio Llamazares
Fotografías de Navia
La única manera de dormir dentro de la Alhambra , la legendaria
fortaleza de los reyes nazaríes de Granada, es hacerlo en el Parador de esta
ciudad, situado en lo que fuera un convento del siglo XVI que ordenaron
construir los Reyes Católicos dentro de aquella a poco de conquistarla a los
musulmanes.
Sólo por eso valdría ya la pena alojarse en él, pero el Parador de Granada ofrece además otros alicientes: sus magníficas instalaciones no hace mucho mejoradas y ampliadas, su cocina, con los platos más populares de la región, como el gazpacho andaluz o los piononos de Santa Fe, y por supuesto la posibilidad de pasear por los jardines de una fantástica fortaleza que un día fue el sueño de tantos conquistadores y hoy sigue siéndolo para los que la perdieron.
Sólo por eso valdría ya la pena alojarse en él, pero el Parador de Granada ofrece además otros alicientes: sus magníficas instalaciones no hace mucho mejoradas y ampliadas, su cocina, con los platos más populares de la región, como el gazpacho andaluz o los piononos de Santa Fe, y por supuesto la posibilidad de pasear por los jardines de una fantástica fortaleza que un día fue el sueño de tantos conquistadores y hoy sigue siéndolo para los que la perdieron.
El Albaicín visto desde la plaza de los Algibes en la Alhambra |
Desde el Parador de Granada, además, se
contempla en toda su extensión y su belleza una ciudad que pasa por ser de las
más hermosas de Europa, lo que corrobora su gran atracción turística. El barrio
del Albaicín, en la colina frente a la Alhambra , con su dédalo de callejuelas moras y
sus cármenes llenos de ensueño, las legendarias cuevas del Sacromonte, encima
del anterior, cuna de bandoleros y de flamencos, o la ciudad moderna y
cosmopolita, sobre la vega del río Genil, el mayor río de Andalucía después del
Guadalquivir, ofrecen en su conjunto una visión panorámica cuya contemplación
desde el Parador sólo es comparable a la de la Alhambra desde cualquiera
de ellos.
La cocina del parador, con los platos más populares de la región,
como el gazpacho andaluz o los piononos de Santa Fe.
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Luego están los paseos por los jardines,
el relajo de las fuentes que contribuyen con su sonido a acelerar el sueño, la
fantasía nocturna de esa fantástica fortaleza cuya torre de la Vela parece esperar desde
hace quinientos años el regreso de Boabdil y los suyos con sus estandartes y
sus cimitarras.
El relajo de las fuentes que contribuyen con su sonido a acelerar el sueño. |
Un sueño que también se puede cumplir
mientras se duerme en el Parador arrullado por los sones de las fuentes de la Alhambra y por el ruido,
abajo, del río Darro, cuyo paseo fluvial no podía haber tomado un nombre mejor:
el de los Tristes. A la mañana, el sueño se habrá pasado, aunque no del todo.
Bruno Alcaraz Masáts
A la mañana, el sueño se habrá pasado, aunque no del todo. Artículo publicado por Julio Llamazares y fotografías de Navia para: http:www.ocholeguas.com Consultar los artículos sobre los Paradores: © 2009 Unidad Editorial Internet S.L. / elmundo.es / ocholeguas.com |