LA
ALQUERÍA DE DAYFONTES
O HISTORIA
DEL LUGAR ROMANO
QUE FUE ALQUERÍA MUSULMANA
Y QUE PASARÍA A SER
LA VILLA CRISTIANA DE DEIFONTES
BREVE HISTORIA
DE LA PRIMERA ACEQUIA DE GRANADA
LA VILLA CRISTIANA DE DEIFONTES
BREVE HISTORIA
DE LA PRIMERA ACEQUIA DE GRANADA
Alquería de Dayfontes |
Deifontes,
en los textos antiguos era un lugar llamado como Daifontes, Dayfonte o Dialfate, que unos hacen
venir de deus y fontes, las fuentes de Dios, y
otros, probablemente con más acierto, de dar y al-font, la
casa o lugar de la fuente, en la reiterada simbiosis de arabismo y latinismo
que caracteriza a tantos rincones y pueblos granadinos.
Con
precedentes de ocupación humana de época neolítica e ibérica, según demuestran
los restos arqueológicos localizados en la zona de las Erillas, la presencia
romana se pone de manifiesto en la Venta del Nacimiento, donde pudo existir un
templo o ninfeo dedicado a las divinidades del agua.
Alimentada por sus manantiales y surgencias, la población se consolidaría durante la Edad Media musulmana, formándose una alquería dependiente de Iznalloz citada, ya por las crónicas que narran hechos y sucesos ocurridos en el reino nazarí.
Alimentada por sus manantiales y surgencias, la población se consolidaría durante la Edad Media musulmana, formándose una alquería dependiente de Iznalloz citada, ya por las crónicas que narran hechos y sucesos ocurridos en el reino nazarí.
Deifontes era una alquería musulmana, conquistada por los cristianos en el año 1485, y que fue habitada por moriscos hasta el año de 1570 cuando fueron expulsados y Deifontes significaba "diez fuentes o manantiales de Dios", pues su manantial daba agua no sólo al pueblo sino a gran parte de la Comarca, ya los romanos construyeron una gran acequia, la llamada "primera acequia de la Vega de Granada" y que abastecía de agua gran parte de la vega granadina.
Venta del Nacimiento de Deifontes |
Aparece
mencionada por Iranzo en el año 1464 refiriéndose a ella así:
"E
enbiaron algunos caualleros a correr a Dayfonte, otro lugar de moros.
E como de la noche de antes eran sentidos de los guardas,
los moros e los ganados estaban recogidos al lugar".
E como de la noche de antes eran sentidos de los guardas,
los moros e los ganados estaban recogidos al lugar".
A
las afueras de Deifontes, y en plena sierra de Arana, a una altitud de 1160
metros, se encuentra la Atalaya de Deifontes, único punto defensivo que poseía,
construida en el siglo XIV, y de vital importancia para la vigilancia de los
territorios ocupados por los musulmanes en las tareas defensivas, ante el
avance de los cristianos.
"Posiblemente Dayfontes sea la antigua Alfunt, ciudad del manantial, donde las crónicas cuentan que aquí se produjo la batalla que anexionaría Almería al Reino de Granada.
Por la parte alta del pueblo, frente a nuestro lado derecho y un poco en diagonal desde el suroeste entra el Camino Real de Cogollos que en realidad era una especie de atajo desde Granada a Iznalloz que, desde la ciudad pasaba por las tierras de Peligros y Calicasas, dividiéndose en dos ramas, una vez cruzado el río Bermejo; una que se dirigía hacia Cogollos y otra hacia Dayfontes.
"Posiblemente Dayfontes sea la antigua Alfunt, ciudad del manantial, donde las crónicas cuentan que aquí se produjo la batalla que anexionaría Almería al Reino de Granada.
Esto ocurre cuando en junio de 1038 muere el rey zirí Habus siendo su sucesor su hijo Badis que tuvo como visir al notable militar y poeta judío Samuel Ibn Negrella, único visir judío que tuvo la corte granadina.
El rey almeriense Zuhayr al enterarse de la posible debilidad del reino de Badis decide plantarse a las puertas de Granada con intención de añadir la ciudad a sus dominios, pasando todo lo contrario ya que Badis vence en la batalla al ejército almeriense.
Este suceso lo relata Ibn Negrella en un hermoso poema":
"Al advertir el rey que residía junto al mar,
y su visir llamado Ibn Abbas,
la gloria de que yo gozaba ante mi rey, que
de mí pendían los asuntos y dictámenes del reino,
y que nada quedaba dirimido
mientras yo no lo diera por acabado,
envidiaron mi esplendor y quisieron
derribarme presto con sus manos...”
Mas Dios, para su caída, tenía preparada desde antiguo
en la ciudad del manantial una fosa excavada...
Valientes varones perdían el gusto
por la vida y elegían la muerte;
pensaban los leones que las heridas abiertas
de sus cabezas eran coronas;
de acuerdo con su fe, lo recto era morir,
seguir viviendo les estaba vedado.
Los abandonamos en la estepa para las hienas,
los chacales, los leopardos, los jabalíes;
los dejamos protegidos por piedras,
recostados en cardos y espinos,
entregamos su carne como presente a los buitres,
como dádiva para leones y lobos".
(Texto de http://el-ultimo-reino.blogspot.com.es )
(Texto de http://el-ultimo-reino.blogspot.com.es )
Por la parte alta del pueblo, frente a nuestro lado derecho y un poco en diagonal desde el suroeste entra el Camino Real de Cogollos que en realidad era una especie de atajo desde Granada a Iznalloz que, desde la ciudad pasaba por las tierras de Peligros y Calicasas, dividiéndose en dos ramas, una vez cruzado el río Bermejo; una que se dirigía hacia Cogollos y otra hacia Dayfontes.
En
Dayfontes, los romanos, contuvieron y canalizaron las surgencias del que ahora
llaman Nacimiento y que ellos conocerían como la Fuente de los Dioses.
Actualmente
tenemos más de 1.100 colaboradores, personas que han participado en ese gran
catálogo, que a día de hoy han aportado 10.400 fuentes y manantiales, y otros
más de 500 puntos de agua de interés.
En concreto en la riqueza de agua de la provincia de Granada posee, a 10 de mayo de 2016, un total de 1.944 manantiales catalogados. Es la segunda provincia andaluza en número de fuentes inventariadas, detrás de Jaén.
En concreto en la riqueza de agua de la provincia de Granada posee, a 10 de mayo de 2016, un total de 1.944 manantiales catalogados. Es la segunda provincia andaluza en número de fuentes inventariadas, detrás de Jaén.
Nacimiento de Dayfontes (Granada) |
Son
tres de los principales manantiales que en la provincia de Granada permiten que
las aguas subterráneas salgan al exterior y sean la base para la generación de
ríos, arroyos, lagunas y fuentes que desde hace milenios forman parte de la
vida de los pueblos de un territorio de valles y montañas, en el que sus
habitantes viven de cerca la cultura del agua.
Fue
construida con mampostería de piedras, tiene una altura de 10 metros cuadrados,
es posible ver aún los huecos de los andamios que se usaron en su construcción,
tendría una escalera para acceder a ella a través de la venta que se puede
observar a unos 5,50 metros.
Desde
la Atalaya de Deifontes hay visión directa con otros dos elementos defensivos
del reino nazarí, por un lado el Castillo de Moclín, la llave para la entrada
al reino de Granada, y por otro lado el torreón de Albolote, que a su vez tiene
visión directa con la Alhambra.
De
esta forma y a través de señales de humo o por espejos los vigías y centinelas
se comunicaban de una torre a otra y daban las instrucciones pertinentes.
En
época moderna fueron compradas estas tierras por la Condesa de Antillón, a
quien le hereda la Marquesa de Casablanca, y a esta su sobrino el Marqués de
Albaida, hasta que en el año 1944 los vecinos del pueblo compran la propiedad.
Restos de la antigua presa romana de Dayfontes |
Posteriormente
pasó a pertenecer a la Abadía del Sacromonte, cuando compra las Alcabalas de
Dayfontes y Dar-Alcudia por la Abadía del Sacromonte.
Aunque las actas capitulares de la Abadia del Sacromonte de Valparayso se firmaron en 1614, existe un Documento en el Archivo de Simancas sobre "la compra de las Alcabalas de la Hacienda de Dayfontes y el cortijo de los Prados en Diciembre de 1609" para que lo disfruten el año que viene.
Un
complicado trato entre el Sacromonte, la Corona, la Hacienda Pública y el 24
de Mayo de 1609 en Granada Alvar Gómez Ponce de León (judío
de apellidos blanqueados, que era el alcabalero de ambos cortijos)
El
documento se emitió en Madrid en 1620 a causa de una
"puesta en limpio de la Hacienda", a causa de una reclamación del
Sacromonte sobre una cuantía de alcabalas que se había perdido en 1611.
La
actual presa ya no sería romana; según la documentación del Archivo de
Simancas.
El lugar conocido como "El Nacimiento de Deifontes" con la presa romana del siglo I a.C. |
Fue
edificado por Diego Madrid entre 1750 y 1752 para la
Real Acequia de Albolote cuyas obras se detuvieron por falta de fondos en 1756.
Dos coroneles de Ingenieros, Homar y Ullóa, la revisaron en 1782 y 1783. El diagnóstico fue que estaba socavada por el cimiento y la segunda hilera inferior, y en la coronación, rota en dos pies," por estar mal construida".
Dos coroneles de Ingenieros, Homar y Ullóa, la revisaron en 1782 y 1783. El diagnóstico fue que estaba socavada por el cimiento y la segunda hilera inferior, y en la coronación, rota en dos pies," por estar mal construida".
El
tipo de obra fue; sillares concertados, es decir, no machiembrados, desiguales,
calzados con piedras pequeñas, y con apenas unión con argamasa. El
desconocimiento de los arqueólogos de los datos que ofrezco, han dado pábulo a
fantasías.
La
nueva fue construida entre 1870 y 1874 por la Compañía Constructora y
Explotadora del Canal de Albolote, que aprovecha hoy día, unos cuatro
kilómetros de la excavación original, ahora soterrada hasta el nivel de la
cabecera de la vega de los Prados, donde aparece a la izquierda del camino, y
un par de kilómetros mas abajo entraba en la mina bajo el llano de las Tablas,
para aflorar de nuevo en superficie 2080 metros al sur, en el río Blanco.
Los
primeros propietarios de Deyfontes en la era Moderna de esta Alquería no es una
Ciudad y por tanto depende de las "Chrónicas del Lugar, Villa o Ciudad
donde esté adscrita".
Se
ha logrado investigar bastante sin que haya podido cubrir todos los huecos, con
tesón mucho tiempo, y mucho gasto con el resultado siguiente:
El
lugar -unido desde la Reconquista a dar Alcudia (cortijo de los Prados),
perteneció a Yusuf
IV, suegro de
Boabdil, que legó cien fanegas a su hija Esquivilia Nayyara.
13
moriscos fueron propietarios de 111,5 fanegas hasta 1570, aunque posiblemente
quedaron los que no participaron en la rebelión hasta 1609 y 1611 cuando el
Corregidor de Granada logró reunir el ultimo embarque a tierras del África.
Por
este camino, se dirigieron hacia el cortijo con la intención de saquearlo y
matar a sus habitantes, los mercenarios al servicio de Enrique IV de Castilla,
comandados por Miguel Lúcas de Iranzo en 1496.
Dos
años antes, habían saqueado y destruído "la gran cibdad" de Cogollos,
y conocían el camino. Dice la crónica que, procedentes de Alcalá la Real, habían
destruido y saqueado algunas alquerías de la Vega de Granada, y pernoctaron
junto al río Bermejo para recobrar fuerzas.
Llegando
a Dayfontes sobre el mediodía, pero los escasos habitantes y sus ganados se
habían refugiado dentro de las casas. No se sabe si hubiesen atacado, porque
cuando se disponían a hacerlo, observaron a lo lejos una polvareda en el
camino, que evidenciaba que los de Granada habían sido avisados y venían en
socorro del cortijo, por lo que huyeron por el camino de Iznalloz.
Aunque
hay quien establece el escenario de la batalla de Alfunt en Deifontes, no
pafece que pudiera ocurrir allí tal evento. En base a la información que nos
proporciona el mismo poeta que la vivió, (Samuel ibn Nagrella) sabemos que
menciona:
"Dayfontes, la alquería de la cidad de la fuente en 1038."
Pasaron
Barcinas y "antes de la cuesta" toparon con unos peones moros que les
hicieron frente. Mataron en la batalla a dos o tres, y pusieron en fuga al
resto, ya que su número era menor, pero los de Iranzo, perdieron " un
cavallero" y debieron matar tres caballos que ya no pidían caminar. Una
vez hicieron esto, recogieron sus bártulos y siguiendo el mismo camino, se
fueron para Huelma".
Existe
otro camino real, procedente de Granada y Albolote, que pasando por delante del
Cortijo del Canal sigue la Cuesta del río Blanco dirigiéndose a las Taulas, que
atraviesa de sur a norte hasta salir por encima del cortijo de los Prados
continuando hasta Deyfontes e Iznalloz.
Inmediatamente
a la conquista de Baza, D. Fernando legó cien fanegas mas a Enrique Enriquez,
su tío materno. Cien fanegas y el molino " a la izquierda" a Yusá de
Mora, un morisco toledano comerciante de sedas y amigo personal muy querido de
los reyes.
Dichas
cien fanegas y el molino, pasaron a manos de Ambrosio de Spinola, Genoves y
también sedero Hernando de Zafra - que recibió Arenales Calicasas, el cortijo
del Canal y Castril, también recibió otra parte.
Francisco
Ramírez de Madrid recibió otra indeterminada. Su mujer
heredó en su momento la Venta del Nacimiento que agrandó.
Dicha
hostería provenía de otro legado a un soldado o jefe de la guardia de D.
Fernando de Aragón y doña Isabel de Castilla de toda confianza llamado D. Lope
de Herrera, a quien se le dieron además tierras en la zona cercana al
Nacimiento.
Francisco
de Laguna y su familia fueron los últimos cristianos conocidos como
propietarios de la Hacienda. antes de que "la Abadía del Sacromonte comprase las
alcabalas para crecerlas en 1609, siendo difícil de conocer si la propiedad
total fue ostentada o no, en 1612, como dicen algunos, en 1618, como dicen
otros, o es un privilegio posterior."
El Cortijo del Marqués, hoy convertido hotel en Deifontes. |
Los
dos tomos publicados fehacientemente de los libros becerros, no hacen alusión a
ese dato, si bien anotan muchos detalles sobre la Hacienda.
Todo
esto se publicó en el libro "Hasta donde al presente corre el agua",
de Adriano Amadeo.
La
fábrica de luz fue la segunda edificada por los antiguos dueños de Deifontes.
La
primera fábrica de luz lo fue en 1903, que funcionó con las aguas del canal de
Albolote. Una prolongación de las utilizadas para el molino de Harina.
En
1916 se edifico la presente que utilizo el mismo canal.
En
1932, de un informe jurídico emitido en Albolote, se declaró que fue "una
apropiación indebida de las aguas y de la casa del guarda" que se
convirtió en una cantina o venta, y que expropiar lo que era de su propiedad
era complicado, porque la fabrica daba luz a muchos pueblos y cortijos, a pesar
de que las turbinas que eran de lance, eran muy pesadas y no rendían lo
suficiente.
Fotografías de Claire W. Donovan.
Escrito
por Bruno Alcaraz Masáts.