Venta de Territorios de
Boabdil del feudo alpujarreño de Laujar de Andarax.
Boabdil vendió sus
territorios por 21.000 castellanos de oro, aunque los historiadores cuestionan
la cantidad de la venta, el número de embarcados y hasta el puerto de partida.
El precio acordado fue 21.000
castellanos de oro, que fueron transportados a lomo de varios borricos desde Barcelona
hasta el castillo de Laujar de Andarax, en las Alpujarras almerienses, donde
vivía entonces Boabdil:
Grabado de la época romántica que representa a Boabdil y Morayma contemplando la Alhambra con nostalgia y melancolía. |
"Aben Comixa dejó el botín en el patio del
castillo, entró en el salón y le dijo a su rey:
"vuestra hacienda traigo vendida, veis
aquí el precio de ella. He querido quitaros del peligro porque mientras los
moros os tuvieren presente no dejarán de intentar cosas que os den pesadumbre y
desasosieguen esta tierra, de manera que ni vuestra persona ni los que os
sirvieren tengan seguridad, ni puedan dejar de perder lo poco que les queda en
ella con cualquier pequeña ocasión que se ofrezca.
Con este dinero podréis comprar mejor
hacienda en Berbería, y allí podréis vivir con más seguridad y descanso que en
esta tierra, donde fuisteis rey y no tenéis la esperanza de poderlo ya ser…”
(L. Mármol Carvajal.”Reb y Cast de Los
Moriscos”.Lib 1,cap XXI, pág 59.)
Acta de la Capitulaciones de Boabdil para abandonar España - 1493 Archivo de Simancas. |
A pesar de que la reina Isabel se
empeñaba en cristianizar a Ahmed, el primogénito, el rey Fernando ordenó a
Hernando de Zafra liberar a los hijos de
Boabdil.
El 15 de abril otorgó Abulcacim
El Maleh, en Granada, nueva escritura de venta que ratificó Boabdil, en Laujar
de Andarax, el día 8 de Julio de 1493, donde tan solo el empeoramiento del
estado de salud de su esposa Morayma, aceleró el proceso de partida final de
territorio español.
Pero antes, entre febrero de 1492
y agosto de 1493, las tierras almerienses de Andarax, Berja y Dalías fueron
testigos mudos del, quizá, único año de felicidad de Boabdil y su esposa tras
conseguir que los Reyes Católicos les devolvieran a sus hijos.
Memorable expulsion y iustissimo destierro de los moriscos de España. Editada en Pamplona por Nicolás de Ahuya, inspector de la Reyna de Navarra. Marcos de Guadalajara y Javier |
Una de las constancias
documentadas del secuestro de los príncipes moros lo cuenta Martínez de la Rosa
en su Hernán Pérez del Pulgar, relatando la causa porque al rey de Granada y a
sus tierras daba favor y ayuda el rey y la reyna.
Este hecho se desarrolla, según
los mismos documentos, en abril del año 1483 y dice textualmente Martínez de la
Rosa:
En este sumario conviene dar razón la causa porque el rey y la reyna
favorecían a Muley Baudelí rey de Granada, que por otro nombre llamaban el rey
Chiquito, y dieron seguro a la ciudad de Granada y a las otras ciudades y
villas de su reyno que estaban por él, y la estadía de sus dos hijos en rehén en
poder de Martín de Alarcón en la villa de Porcuna.
El secuestro de los Infantes es
relatado también por el Conde de Benalúa.Carta de la Entrega de Granada a los Reyes C atólicos - 1492 Archivo de Simancas. |
Afirma, según la Minuta de
peticiones hecha a los monarcas castellanos por el Alcaide Bexir (representante
del rey Boabdil), lo siguiente:
Ítem… Suplica a Sus Altezas que, despachado
lo de Granada, mande enviar a los Infantes para que estén con él en Andarax o
que los mande pasar allende.
Traslado de lo que pide el Alcaide Bexir en
nombre del Señor Rey Muley Audili, fijo del Rey Sidizad (sic). - V Salvá y
Sainz de Baranda, col. de doc. inéd para la Historia de España, tomo VIII. Pág.
437.
Hay un decreto al margen que dice: Que se
pongan en libertad.
Por tanto y ateniéndonos a estos
documentos, podemos deducir que Morayma estuvo sin sus hijos nueve largos años.
Mientras Hernando de Zafra y el apoderado de Boabdil, Sidi Mohamed Moratil, terminaban
de negociar la compraventa de los bienes de las Reinas Moras, llegaron a Laujar
sus dos hijos.
Este emocionante regreso no fue suficiente para mejorar el estado de Morayma, cuya salud empeoraba de forma
acelerada.
Una vez recuperado sus dos hijos
y consciente Boabdil de que sus días en
España se finalizaban, envió una carta al sultán de Fez rogándole su acogida.
La respuesta del sultán de Fez
fue clara, le aseguró que lo aceptaría como a un hermano.
Los representantes de Boabdil
firmaran un documento, en nombre de su rey, reconociendo que la familia real
nazarita salía de España voluntariamente, pero el estado de salud de Morayma
impedía el destierro de Boabdil al
Magreb.
Finalmente el 20 de agosto de
1.493, Morayma falleció.
Marlota del Rey Boabdil. Museo del Ejército - Toledo. |
Boabdil ordenó su entierro en el
cementerio familiar del sótano de la mezquita de Mondújar, que todavía
permanecía sin cristianizar.
Estos restos permanecen hoy en
día aun enterrados entre los vestigios arqueológicos de esta mezquita.
El 28 de agosto de 1.493,
habiendo recibiendo los últimos honores de rey en España, Boabdil, su séquito y
todas sus posesiones, embarcaron en la flota del comandante vasco, Íñigo de Arrieta, en Adra rumbo a la Berbería
con una escuadrilla que estaba formada por una carabela, una carraca y una nao.
El 1º de Octubre de 1493 el rey
Boabdil embarca para Marruecos en una Carraca de Iñigo de Artieta. Lleva
consigo a su madre (Aixa Fátima), hijo y hermana y un séquito de 1.700 fieles.
Con él embarca los nueve millones
de maravedíes producto de la venta de su feudo alpujarreño a los Reyes
Católicos.
Coincidiendo con la marcha de Boabdil en octubre de 1493 se embarcaron un total de 6.320 personas, de las cuales, según el secretario de los Reyes, 1.700 eran de la capital, 230 de algún lugar que no entraba en la capitulación, pues pagaban derechos, y el resto, es decir, 4.350, de la Alpujarra.
Coincidiendo con la marcha de Boabdil en octubre de 1493 se embarcaron un total de 6.320 personas, de las cuales, según el secretario de los Reyes, 1.700 eran de la capital, 230 de algún lugar que no entraba en la capitulación, pues pagaban derechos, y el resto, es decir, 4.350, de la Alpujarra.
Parece que la gran mayoría partieron
hacia Fez, unos pocos hacia Bujía y sólo 270 salieron de Almuñécar en dirección
a Turquía.
Grabado de Porcuna, donde se produjo la detención y encarcelamiento de Boabdil. |
La marcha de Boabdil hacia
Marruecos, una vez enterrada su mujer en Mondújar, se recogió en una carta
remitida a Barcelona, Hernando de Zafra, donde informaba a los Reyes de la
situación:
“Han sido 1,120 los granadinos que han
partido hacia Berbería.
Desde que se inició el proceso del rey
Chiquito, suman ya 6,320 los moros de todas las edades y condiciones que han
abandonado El Reino de Granada…”
Coincidiendo con la marcha de
Boabdil en octubre de 1493 se embarcaron un total de 6.320 personas, de las
cuales, según el secretario de los Reyes:
1.700 eran de la capital, 230 de algún lugar
que no entraba en la Capitulación, pues pagaban derechos, y el resto, es decir,
4.350, de la Alpujarra.
Parece que la gran mayoría
partieron hacia Fez, unos pocos hacia Bujía y sólo 270 salieron de Almuñécar en
dirección a Turquía.
Grabado del rey de Granada, Boabdil, encadenado tras su detención en Porcuna. |
Sobre el puerto en el que Boabdil
embarca hacia Marruecos hay dos versiones.
Una de ellas, defendida por el
catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada, Cristóbal Torres
Delgado, asegura que el Rey Chico se despidió de su reino desde el puerto de
Adra (actual provincia de Almería).
La otra teoría fue enunciada por
el Conde de Benalúa, quien afirmó que Boabdil marchó a Fez desde el mismo
puerto por el que entrara siglos atrás Abderramán I, esto es Almuñécar
(provincia de Granada).
Íñigo de Arrieta desembarcó su
carga en la playa de Cazaza, junto a Melilla.
Boabdil fue recibido por una escolta del sultán de Fez.
A su
llegada a la ciudad imperial de Muley al Idrisi, el sultán los trató como
hermanos y les otorgó solares para que
se construyeran sus casas, en lo que todavía se conoce como el barrio
granadino.
Boabdil y su séquito fueron
apodados como “los cristianos de
Castilla”.
Boabdil hizo vida normal en Fez, siempre al lado de
los reyes Zanatas, hasta la hora de su muerte, a los 70 años de edad, sin
conocer cuáles fueron las causas de su muerte, que está rodeada de una serie de
leyendas.
Después, el que fuera último rey del Reino nazarí de Granada, Boabdil pasó su última humillación histórica con la incorporación de su imagen de "rey moro encadenado" a los escudos de armas de señoles feudales y a escudos de pueblos y villas de sus señoríos.
Escudos de Sayalonga y Sedella.
Bruno Alcaraz Masáts.
Después, el que fuera último rey del Reino nazarí de Granada, Boabdil pasó su última humillación histórica con la incorporación de su imagen de "rey moro encadenado" a los escudos de armas de señoles feudales y a escudos de pueblos y villas de sus señoríos.
Escudos de armas de la Casa de Cabra y escudo del marqués de Comares.
Escudos de Buenaventura Fernandez de Cordoba Folch de Cardona Requesens y de Aragon
y Escudo de Canillas de Aceituno.
Escudos de Comares (La Axarquia Malaga) y de Comares.
Escudos de Francisco de Asis Osorio de Moscoso y Borbón
y de Fernández de Córdoba.
Escudo de Luis Fernandez de Cordoba Folch de Cardona Aragón y Requesens
y Escudo de los duques de Sessa de la casa de Cardona.
Escudo Fernández de Cordoba - Duque de Sesa y Escudo del reyno nazarí de Granada
Bruno Alcaraz Masáts.