RESTAURACIÓN DE LOS BAÑOS REALES
DEL PALACIO DE COMARES.
La Alhambra descubre técnicas medievales en las cubiertas de los Baños Reales.
La intervención en el hammam, el
único conjunto de estas características que se conserva íntegro en Occidente,
tiene un plazo de ejecución de 26 meses y un presupuesto de 1.257.304,47 €.
La intervención en las bóvedas de los Baños Reales del Palacio de Comares de la Alhambra, los únicos de estas características que se conservan íntegros en Occidente. |
La Alhambra sigue sorprendiendo.
Ahora, con la intervención en los Baños Reales del Palacio de Comares, en el
mismo ‘corazón’ del Monumento, donde ha comenzado la restauración de sus
cubiertas abovedadas.
Esta mañana, la directora general del Patronato de la
Alhambra y Generalife, María del Mar Villafranca, ha realizado una visita de
obra para supervisar el estado en el que se encuentran las bóvedas que cubren
este hammam o Baño Real construido por el sultán Ismail I (1314-1325) en el
siglo XIV y continuado por Yusuf I (1333-1354), y el único que se conserva
íntegro en Occidente.
La intervención en las cubiertas
abovedadas ha sacado a la luz detalles decorativos y técnicas artesanales
originales:
“la Alhambra sigue desvelándonos
nuevos secretos. Hemos encontrado el recubrimiento
original de una de las
bóvedas que cubrían estos baños. Es muy interesante este registro
por la
maestría con la que se hizo el acabado de las cubiertas, con detalles
decorativos
originales, que demuestran el gran oficio con el que los artesanos
nazaríes
trabajaron en estas piezas. Este hallazgo nos va a permitir seguir
investigando
sobre las técnicas de construcción que se utilizaron en este
periodo”,
ha asegurado Villafranca.
Por su parte, el director técnico
de la restauración, el arquitecto granadino Pedro Salmerón, ha detallado que la
intervención pretende solucionar los problemas de conservación de las bóvedas,
motivados fundamentalmente por la infiltración de aguas pluviales:
“el proyecto se va a centrar en
el sistema de cobertura y el revestimiento interior de las
bóvedas hasta llegar
al nivel del zócalo, cuyo tratamiento se reserva para
una restauración
posterior a cargo de los talleres del Patronato de la Alhambra
y Generalife.
Destaca, especialmente, la intervención que se va a realizar en las lucernas,
tanto para mejorar su funcionamiento y protección como para favorecer
la
ventilación controlada del baño”.
Asimismo, para completar el
trabajo, se está llevando a cabo
“un minucioso proceso de documentación sobre
la materialidad del baño, que incluye
el análisis de intervenciones de
restauración, así como de los materiales y productos
de alteración que se
utilizaron en épocas anteriores.
Además, el análisis en laboratorio permitirá
conocer la idoneidad o no de los materiales
utilizados y la época de su
aplicación, a través de la comparación y el conocimiento
de otros recintos del
Conjunto Monumental y los criterios restauradores de cada periodo”,
ha
explicado Salmerón.
La intervención tendrá un plazo
de ejecución de 26 meses y un presupuesto de 1.257.304,47 €. El Servicio de
Conservación y Restauración del Conjunto Monumental va a ejecutar esta obra,
junto a un equipo técnico multidisciplinar , en el que además de Pedro
Salmerón, participan una veintena de técnicos, entre los que se encuentran el
también arquitecto Diego Garzón Osuna; la arquitecta técnica María Cullel; la
historiadora del Arte Rosa María Pérez de la Torre; la arqueóloga Ana Palanco;
la jefa de Restauración del Patronato de la Alhambra y Generalife, Elena
Correa, el conservador del Patrimonio Arqueológico del Monumento, Jesús
Bermúdez, y la empresa Construcciones Dávila.
La responsable del Conjunto
Monumental, además, ha destacado que dado que el baño es un espacio con un
conjunto de tonalidades “muy complejo, pero equilibrado”, este equipo va a
realizar un estudio cromático de los revestimientos interiores con el fin de
facilitar la reposición de estos acabados:
“Para ello, se han colocado
numerosas muestras de color, realizadas in situ con acuarela, teniendo muy en cuenta
los factores de iluminación y horario que van ofreciendo cambios
muy marcados a
lo largo del día. Este estudio nos dará información de mapeo
de los diferentes
morteros que cubren las bóvedas”.
Las cubiertas de los Baños de
Comares están formadas con bóvedas de fábrica de ladrillo, revestidas
interiormente con un mortero coloreado (originalmente de cal), intervenido a lo
largo del tiempo.
Estas bóvedas tienen
según apunta el arquitecto conservador de la Alhambra, Francisco Lamolda.
Estas bóvedas tienen
“unas lucernas cerámicas cerradas por
óculos de vidrio de ejecución reciente y distinta
factura, debido a
reparaciones o reposiciones sucesivas”,
según apunta el arquitecto conservador de la Alhambra, Francisco Lamolda.
Durante la visita de obra, la
responsable del Monumento nazarí ha confesado que ha sido:
“emocionante sentir
el peso de la historia en este Baño Real, que es el único que se ha
conservado
prácticamente íntegro en Occidente, tomado por la cultura islámica
de las
antiguas termas romanas y que pronto se convirtió en un elemento
fundamental en
el mundo musulmán”.
En lo que respecta a su cronología,
las cámaras abovedadas se atribuyen al periodo correspondiente a Ismail I
(1314-1325), mientras que la Sala de Reposo, también conocida como de las
Camas, se enmarca en el reinado de Yusuf I (1333-1354).
Al Baño, se accedía por el Patio de Arrayanes atravesando la puerta que aún se conserva, mientras que la entrada a la caldera se realizaba de forma independiente.
Al Baño, se accedía por el Patio de Arrayanes atravesando la puerta que aún se conserva, mientras que la entrada a la caldera se realizaba de forma independiente.
El Baño Real de Comares es uno de
los conjuntos más completos y antiguos de la Alhambra.
Además, constituye un ejemplo excepcional, debido a su carácter privado y su vinculación a un palacio.
Además, constituye un ejemplo excepcional, debido a su carácter privado y su vinculación a un palacio.
Dedicado a la higiene y el
placer, su organización es heredera de los balnea o balneum romanos, solo que
en este caso se prescinde del frigidarium y su piscina por ser ajenos a la
costumbre musulmana.
Esencialmente, se trata de un
baño de vapor compuesto por las siguientes estancias:
- Sala de vestuario y masajes o bayt al maslaj (Sala de las Camas)
- Estancia previa a la zona central del baño o bayt al-barid, provista de una pila de agua fría.
- Sala templada o bayt al-wastani (Tepidarium)
- Sala de calor o bayt al-sajún (Caldarium)
A lo largo de su historia, las
cubiertas de los Baños Reales han sido intervenidas en múltiples ocasiones. En
la primera mitad del siglo XVI, destaca la ejecución de vidrieras blancas y de
colores por Arnao de Vergara en 1538, maestro que también trabajaba en la
Catedral de Granada.
Durante este periodo también se
documentan otras intervenciones para dar respuesta a la delicada situación de
las cubiertas. Sin duda, la más llamativa es la ocasionada con motivo de la
onda expansiva originada por la explosión del taller de un polvorista situado
cerca de la Iglesia de San Pedro, en el Valle del Darro, en 1590.
En los siglos posteriores, la
presencia de filtraciones, estancamientos y humedades determina el mal estado
de conservación de las cubiertas del Baño.
El “padre” de la Alhambra
moderna, el arquitecto Leopoldo Torres Balbás, centra su intervención en la
alcoba, retrete y escalera de bajada a la Sala de las Camas en 1926, así como
en las cubiertas.
A finales del siglo XX, se limpian las cubiertas y se realizan trabajos de mantenimiento y reparación, y en el siglo XXI se interviene en las lucernas.
A finales del siglo XX, se limpian las cubiertas y se realizan trabajos de mantenimiento y reparación, y en el siglo XXI se interviene en las lucernas.
Así, en 2003, los trabajos se
centran en la sustitución de buen número de soportes metálicos para la sujeción
de los vidrios de las lucernas.
Recientemente, los talleres de
restauración de la Alhambra han intervenido en la cerámica de la Sala de las
Camas.
Publicado en diario IDEAL de Granada - 20-febrero-2015.
Reportaje fotográfico de Ramón L. Pérez.
Bruno Alcaraz Masáts.