EL MARISTÁN DE GRANADA
Y SU
MADRASA:
BIMARISTÁN O MARISTÁN.
Pequeña historia de la medicina en al-Ándalus.
Fotografía antigua de la puerta principal del Maristán del Albayzín (Granada)
donde se observa la lápida fundacional antes de su traslado a la Alhambra.
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«La tinta del estudiante es más sagrada que la sangre del mártir».
La palabra bimaristán proviene de
la lengua persa y significa “hospital”.
Está formada por el vocablo vīmār
o vemār, que significa "enfermo", y el sufijo stan, que indica
"lugar".
De este modo, bimaristán vendría
a significar literalmente “lugar de los enfermos”.
La palabra Bimaristán o Maristán
en el mundo islámico se empleó para referirse a los establecimientos donde los
enfermos eran acogidos, cuidados y tratados por personal cualificado, por lo
que podemos considerarlos los primeros hospitales en el sentido moderno de la
palabra, al igual que los primeros hospitales públicos, psiquiátricos y facultades
de medicina de la historia.
En ellos había doctores
especializados en ciertas enfermedades y separaban ya, a los enfermos por sexo
y patología.
Una de las especialidades que ya
encontramos en estos primeros hospitales es la enfermedad mental.
Los Hospitales en Oriente
La primera referencia que tenemos
de un bimaristán data de la época preislámica (s.III d.C.).
Fundado por el monarca Shapur I
en Yundishapur (jardín hermoso), situado en el actual Irán, sobrevivió a los
ejércitos árabomusulmanes en el 638 d.C. y evolucionó hasta convertirse en un
hospital público.
Disponía de facultad de medicina
y, ya en aquella época, atención psiquiátrica.
Éste y la escuela de Alejandría
constituyeron dos modelos a imitar para los árabes en los inicios de su
incorporación al quehacer científico de la humanidad. A pesar del avance en
tratamientos para pacientes mentales, no es hasta el siglo XIV que no tenemos
constancia de hospitales mentales en Europa, construidos en la época romana o cristiana
Hospitales en España musulmana.
El primer Maristán de Europa fue
edificado en Granada en 1365 d.C.
En la península, no tenemos
referencia de la construcción de un hospital parecido a los de Oriente hasta el
siglo XIV d. C..
Éste fue el Maristán de Granada,
posteriormente reconvertido en la Casa de la Moneda.
Placa fundacional del Maristán de Granada. |
Aunque algunos estudios nos
pueden hacer sospechar de la presencia de algún maristán previo, en el siglo
XII en la zona levantina y algunos más tardíos por Valencia y Zaragoza, no hay
datos fehacientes para poder asegurarlo.
Del hospital granadino se
conserva la lápida fundacional, en la que se puede leer tres datos de valor: la
fecha de su inauguración, la de finalización y el nombre de su fundador Muhámad
V .
Su ubicación seguramente no fue
por casualidad, se construyó cerca de la acequia de Axares o acequia de la
Alegria, en el barrio llamado Rabad Al Raha, cerca del río Darro.
Su asistencia estaba destinada a
los musulmanes pobres, pero podía ingresar cualquier persona enferma.
Posteriormente se especializó
para enfermos mentales, aunque las escasas descripciones sobre los
profesionales de medicina que trabajaron ahí no ayudan mucho para asegurar que
sólo se trataba de un hospital psiquiátrico.
Sí que se sabe, por el contrario,
que en el momento de la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos, el
hospital estaba ocupado por locos y dementes, y fue conocido como “Casa de
Locos”.
La lápida fundacional está ahora expuesta en el Museo de la Alhambra. |
El Maristán fue un hospital de
pobres construido con la exquisitez y delicadeza propia de la arquitectura
nazarí.
Lo mandó levantar el sultán
nazarita Muhammad V, en el siglo XIV.
Tenía una hermosa alberca
custodiada por los dos magníficos leones enfrentados de mármol gris que luego
pasaron a adornar los jardines del Partal, donde los trasladó Leopoldo Torres
Balbás hacia 1935 y ahora se encuentran en el Museo de la Alhambra.
Tras la toma de la ciudad por los
Reyes Católicos, en el siglo XV, se convirtió en Casa de la Moneda y, más
tarde, pasó a ser propiedad de los frailes mercedarios descalzos del Convento
de Belén.
En el siglo XVIII, el edificio se
transformó en almacén de vinos y después se destinó a presidio.
El Ayuntamiento de Granada
autorizó su demolición en 1843, dado su estado de deterioro. Afortunadamente,
la demolición no se llevó a cabo del todo, lo que permitió su reconstrucción
para utilizarlo como casa de vecinos hasta 1984.
Después de tantos años de
abandono y desidia, sólo la alberca se conserva en perfecto estado.
El resto son ruinas que todavía
permiten apreciar su estructura original y dar testimonio de la grandiosidad de
uno de los dos únicos edificios de este tipo que se conservan de la antigua
al-Ándalus (el otro es el Hospital de los Moriscos de Granada).
Del Maristán de Granada ahora sólo queda un solar que únicamente
ha tenido proyectos sin presupuesto e intervenciones arqueológicas.
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El Consejo de Gobierno de la
Junta de Andalucía acordó declarar Bien de Interés Cultural (BIC) con la
categoría de Monumento, el Maristán nazarí de Granada.
La declaración como Bien de
Interés Cultural aprobada estableció una zona de protección en torno al
monumento que abarca inmuebles, parcelas y espacios públicos y privados de las
calles Bañuelo, Carrera del Darro, Concepción de Zafra y Portería de la
Concepción
Fundado por Muhammad V en 1367,
es obra singular por ser el único hospital de al- Andalus del que se tiene
suficiente información, gracias a los dibujos del siglo XIX y las modernas
excavaciones arqueológicas. Su distribución y estructura, similar a la del
coetáneo Corral del Carbón.
La España de la Edad Media podía
enorgullecerse de su superioridad cultural, técnica, científica y hasta
religiosa con respecto a la Europa de entonces.
Simulación de cómo sería el Maristán de Granada. |
Juan Vernet Ginés, historiador, y
filosofo, en sus estudios de la ciencia y cultura medieval, aprecia una «gran
superioridad de la cultura de la Marca Hispánica sobre el resto de Europa».
A instigación del profeta Mahoma,
quien dijo:
«Buscad el
conocimiento desde la cuna hasta la tumba»
y el Islam introdujo al mundo el
concepto de la universidad.
La primera en la historia del
mundo fue la renombrada «Casa de Sabiduría» en Bagdad.
En Occidente, la primera fue la
de Córdoba.
La España islámica llegó a tener
un total de 17 colegios y 70 universidades o madrasas, que no las madrazas
coránicas que, además de servir a la población musulmana, atrajeron y acogieron
con ejemplar tolerancia a una gran afluencia de estudiantes europeos, uno de
los cuales fue el mismo Papa Silvestre II, que dejó testimonio de su paso por
España, con el nombre de monje Gerberto de Aurillac (945-1003 d.C).
El Maristán de Granada.
Ubicación del solar del Maristán de Granada frente a la Alhambra de Granada. |
Ocupaba una parcela rectangular
de 1.015 m2, con crujías y pórticos en los cuatro lados, organizados con dos
plantas de altura. El centro del patio estaba ocupado por una gran alberca.
El índice de arabización en aquel
entonces era muy fuerte en España, y se contaba con una fuerte comunidad
cristiana araboparlante.
Aunque a Córdoba iban jóvenes de
los reinos del norte de España, la mayoría de foráneos venían de más allá de
los Pirineos.
En esta ciudad y en otras muchas
había verdaderos centros de enseñanza o madrasas.
En la escuela o madrasa del
Maristán, los maestros daban a sus alumnos conferencias y sesiones clínicas a
la vez que se les proporcionaba una enseñanza práctica, incluyendo la cirugía
en el plan de estudios, calificaciones a través de la redacción de una tesis y
la obtención de un diploma que permitía ejercer la medicina, tras haber
pronunciado el juramento de Hipócrates.
Criterios análogos se adoptaron
en la Escuela de Córdoba, contemporánea de la salernitana, que inició sus
actividades hacia el año 912.
Es interesante resaltar que las
túnicas universitarias, así como las togas y tocas usadas en las graduaciones,
son vestigios de costumbres nacidas en los colegios y las universidades
islámicas.
Los médicos granadinos gozaron de
gran renombre dentro y fuera de sus fronteras.
Entre ellos se encuentra Muhammad
ben Ahmad al-Riquti al-Mursi, políglota que al, ser ocupada Murcia por Alfonso
X "El Sabio" (1266 d.C) le construyó una madrasa para que enseñara a
la vez a musulmanes, cristianos y judíos.
Los estudiantes de medicina
pusieron un celo especial en aprender y aplicar bien la Urjüza fí-l-tibb de
Avicena.
A esta misma época se debe la
fundación del hospital de Granada por Muhammad V (1356 d.C) y la madrasa
Yusufiyya (1349 d.C) por Yusuf I.
Aún así, la afirmación de J.
Millas Vallicrosa, no pretende restar importancia a la labor traductora por la
cual Alfonso X se mereció el sobrenombre de Sabio:
«Se encariñó con la cultura del
pueblo vencido, intentó atraerse a los sabios musulmanes y judíos; se interesó
por sus disquisiciones filosóficas; fomentó el estudio de su lengua fundando
colegios y enseñanzas, y trasladó a lengua romance, obras históricas,
de
ciencias matemáticas y hasta libros de juego».
De las madrasas salieron grandes
médicos prestigiosos, que han empleado sus conocimientos en los maristanes como
maestros del arte de la curación.
El cirujano más grande y famoso
de la medicina islámica en la Europa medieval fue el médico andalusí Al
Zahrawi, conocido como Albucasis (930-1013 d.C), fue el primero en describir la
hidrocefalia; y otras enfermedades congénitas.
También fue el primero en la
historia, en utilizar el algodón (una palabra de origen árabe) en las
preparaciones quirúrgicas, y en el control de la hemorragia y el relleno al
entablillar las fracturas.
Gracias al empleo por vez primera
de las suturas «Catgut» de tripa de los animales, que ha permitido surgir
nuevas técnicas quirúrgicas.
Describió la formación de
cálculos en la vejiga así como el parásito de la filaria.
Su gran trabajo, el Tasrif, de 30
volúmenes y traducido al latín, se convirtió en un importante texto de
referencia para las universidades europeas de la Edad Media.
Por otra parte, la primera
descripción médica de la viruela y del sarampión y su diferencia clínica de la
que poco se ha añadido desde entonces; se debe a Al Razi (Rhazes, 864-930
d.C.), nacido en Rei (antigua Ragha, Persia) y cuya fama se constituyó como
jefe del hospital de Bagdad.
También fue el primero en
utilizar al alcohol como antiséptico.
Operación de cataratas en la época musulmana. |
La primera escuela o madrasa de
óptica fue iniciada a manos del médico relevante y «padre de la óptica», Ibn al
Haytham, el Alhazen para los latinos (965-1037 A.D.), nacido en Basora (Irak).
Su obra más importante fue «El
tesoro óptico» (al-Manadhir), traducido al latín, del cual Leonardo da Vinci y
Johannes Kepler dibujaron sus teorías sobre los fenómenos de la reflexión y de
refracción de sus propias escrituras.
Alhazen introdujo una teoría
innovadora al descubrir que los rayos luminosos, emanan en líneas rectas en
todas las direcciones de cada punto en una superficie luminosa.
En su estudio demostró que la luz
que cae en la retina se asemeja a la que cae sobre una superficie dentro de un
cuarto oscuro a través de una abertura pequeña.
Demostró así de forma concluyente
que la visión se produce cuando unos rayos de luz pasan del objeto hacia el ojo
y no del ojo hacia los objetos como pensaban los griegos. Alhazen fue el
primero en descubrir por completo detalles de diversas partes del ojo y dar una
explicación científica del proceso de la visión y la visión binocular.
Hizo experimentos con segmentos
esféricos o curvos y la aberración, aproximándose al descubrimiento del
fenómeno del poder refractivo tres siglos más tarde explicado.
También observó que el cociente
entre el ángulo de la incidencia y la refracción no es constante e investigó la
energía que magnificaba una lente.
Así, Alhazen se anticipó a la
ciencia moderna occidental, nacida según el filósofo, matemático y sociólogo
británico Bertrand Russell (1872-1970), de la unión entre la especulación
griega y el empirismo islámico.
El estudio del ojo humano, según Alhazen. |
Por eso, Alhazen es considerado como
el padre de la óptica moderna.
En el Maristán se empleaban los
descubrimientos de las técnicas innovadoras de la época como el tratamiento
quirúrgico de la catarata que era muy común, fue desarrollada por Ibn Ammar,
quien introdujo una aguja metálica hueca o cánula a través de la esclera
extrayendo el cristalino por aspiración, una técnica que fue descubierta en el
siglo XIX en Europa.
El instrumento óptico de dos
cristales montados en armadura que se sujeta a las orejas, conocido como gafas,
debe su nombre a un inventor del siglo XII, el oculista andalusí Muhammad al
Gafiqí, nacido cerca de Córdoba. Al Gafiqí fue el autor del Kitab al-murshid
fi-l-kuhl («Guía del oculista») del que se conserva un manuscrito único en la
biblioteca de El Escorial.
El máximo sabio de Al-Ándalus,
médico y filósofo cordobés, Ibn Rushd (Averroes 1126-1198 d.C.), se distancia
de Aristóteles, al subrayar la función sensorial de los nervios, y reconocer en
el cerebro la localización de algunas facultades intelectivas (imaginación,
memoria...); fue el primero en explicar la función de la retina y en reconocer
que un ataque de viruela confiere una inmunidad subsiguiente
.
Su enciclopedia médica «Libro
sobre las generalidades de la Medicina» (Kitab al-kulliyat fi al-tibb), de siete
volúmenes fueron manejados como libro de texto en las universidades cristianas
como Oxford, París, Lovaina, Montpellier y Roma (1,2,5).
El príncipe de los médicos, Ibn
Sina (Avicena 980-1037 d.C) nació en Bujara, su enciclopedia, obra maestra que
ha reunido el legado de los conocimientos de la medicina griega y las
aportaciones de médicos musulmanes en «Canon de Medicina» (al-Qanun fi-l-Tibb),
fue traducida al latín por Gerardo de Carmona y considerada indispensable en
las universidades europeas hasta el siglo XVII.
La universidad de Alcalá de
Henares, fundada en 1293 d.C, programaba aún en el siglo XVII, los estudios de
medicina, que durarían 4 años teóricos y 2 años prácticos; y todo el programa
teórico, consistía en la lectura y explicación por parte del catedrático de
medicina, durante los dos primeros años teóricos del Canon de Avicena, y
durante los 2 últimos años teóricos, de los textos de Hipócrates y de Galeno.
Ejemplar antiguo, de 1608, del Canon de Avicena. |
Avicena describió los síntomas
de la tuberculosis y la meningitis con tal claridad y brevedad que hay muy poco
que se puede añadir aún después de 1.000 años.
Además fue el primero en
describir el número exacto de los seis músculos extrínsecos del globo ocular.
Numerosos médicos judíos
aportaron conocimientos y experiencias desde los maristánes y las escuelas de
la medicina medieval, lugares bajo dominio y tolerancia del Imperio Musulmán.
Uno de ellos fue Abu Yaqub al
Israilí (855-955 d.C), célebre oculista y filósofo judío nacido en Egipto que
ejerció en el maristán de Qairauán (Túnez).
Su discípulo, Abu Ya´far Ibn
al-Yazzar (931-1009 d.C) fue el autor de una obra médica monumental: «Zad al
musafir», que fue traducida al latín con el nombre de "'Viaticum peregrinantis"'
por el monje viajero Constantino el Africano (1015-1087 d.C) de la abadía de
Montecassino.
Este vademécum de la medicina
medieval consiste en siete libros y abarca las descripciones de conocimientos
de la época, de las enfermedades y sus tratamientos.
Anatomía del cuerpo humano en un libro de medicina cristiana en época medieval. |
Fue el principal libro de
referencia en la Europa cristiana medieval y fue utilizado en las escuelas de
medicina de Salerno y Montpellier, y en las universidades de Bolonia, Paris y
Oxford.
Maimónides fue otro prominente
médico y filósofo (1135-1204 d.C), nacido en Córdoba, marchó a la corte de
Saladino huyendo de la persecución religiosa y dejó como legado, varios
escritos y tratados, sobre higiene, asma, hemorroides, venenos y antídotos.
Ibn al-Jatib (1333-1375 d.C),
nacido en Loja-Granada, historiador, filósofo y médico, su «Libro de la Higiene
según las estaciones del año» (Kitab al-wusul li hifz al-sihha fi al- fusul)
describe los progresos de la época y cómo combatir la peste bubónica, la famosa
peste negra.
El oftalmólogo,
"'kahhál"' en árabe, era un personaje familiar en la sociedad
musulmana, que simultáneamente practicaba la medicina, y a menudo actuaba como
consejero y psicólogo; así, reconociendo sus facultades y su categoría dentro
del orden jurídico y título social.
De las madrasas o escuelas, los
estudiantes son considerados de un elevado honor por que son los futuros
maestros.
De los maristanes que han
proporcionado el prestigio en el tiempo de sus prácticas y adelantos de la
época; y los avances socio-culturales que fueron asociados al progreso
humanitario, para servir y curar a toda persona sin distinción de raza, color o
religión, hombres y mujeres.
El catedrático y médico libanés
Said Fhatwi dijo en 2005 en el Maristán de Granada:
«Se trata de aprender a vivir
juntos desarrollando el conocimiento de los otros, de su historia,
sus
tradiciones y su espiritualidad... que permita refundar una modernidad sobre
la
comunicación de individuos y colectividades que son a la vez semejantes y
diferentes».
Bruno Alcaraz Masáts. © Artículo de encargo para Europa Press. 2011. ©